starwars: fansfiction


Rendering Error in layout Widget/Social: Call to a member function exists() on null. Please enable debug mode for more information.
Más
16 años 2 meses antes #667 por claalc
Respuesta de claalc sobre el tema starwars: fansfiction
Ah, gracias por visitar mi blog.

Sí, ahora mismo he subido más cosas de 007, pero, en general, tengo más material por subir de Star Wars. Es cuestión de tiempo, porque entre los relatos, los vídeos y las traducciones tengo bastante más cosas de Star Wars que de James Bond.

No olvides visitar mi blog: (ACTUALIZACIONES DIARIAS)
blogs.inconforme.es/albertolopez/

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Más
16 años 2 meses antes #668 por claalc
Respuesta de claalc sobre el tema starwars: fansfiction
Aquí tenéis mi segundo relato, a ver qué os parece...

>>> SECUESTRO LIBERTADOR <<<

Había oído hablar de aquellos escáneres. Eran capaces de detectar cualquier tipo de artefacto explosivo, desde detonadores thermales hasta chips bomba. Justo lo que necesitaba para recuperar mi libertad. El problema era cómo conseguirlos en un planeta tan pobre como Tatooine.
Afortunadamente, la solución no tardó en presentarse ante mí.
“Ponme un yuiw bien fresquito, chico.”
No había que ser muy culto para saber que aquel toong vestía como un artificiero, pero, por asegurarme, se lo pregunté.
“Así es, chico. Me dedico a localizar y desactivar todo tipo de explosivos. Pero, aunque parezca increíble, también soy piloto de carrera de vainas, y por eso estoy aquí. Compito mañana en la Clásica de Boonta Eve.”
“Increíble, señor. ¿Y es bueno?”. Le di conversación. Tenía que hacerme el interesante para poder pedirle después un pequeño favor.
“Bueno, chaval, me tengo que ir. Mañana será un gran día. Espero que vayas a verme.”
“Por supuesto, sr. Quadinaros. Allí estaré. Pero, antes de que se vaya, me gustaría pedirle un pequeño favor.”
En ese momento se me alteró el pulso sanguíneo de una forma que nunca antes había sentido. Una oportunidad como aquella quizás no se volvería a presentarse en mucho, mucho tiempo.
“Lo siento, chico. Si desactivara tu artefacto, en seguida tendría problemas con tu dueño. Además, los demás esclavos de este pueblo se enterarían y todos vendrían a mí pidiendo que les liberara. Nada de eso. No quiero más líos de los que ya tengo. Lo siento.”
No podía ser verdad. No me creía que me hubiera rechazado. Después de haber estado conversando con él casi dos horas, esperaba haber conseguido el nivel necesario de confianza y amistad como para que me ayudara. Pero, también es cierto, tenía razón. Si se involucrara en mi liberación, todo sería problemas para él. Mi propietario emprendería su búsqueda y los demás esclavos de la zona pronto irían a pedirle el mismo favor.
Pero entonces se me ocurrió una idea de cómo lograrlo. Era un tanto arriesgada, eso sí, pero creo que si la llevaba a cabo sin demasiados errores, conseguiría mi ansiado objetivo.
Así pues, esperé al día siguiente para robar una moto speeder minutos antes de que diera comienzo la carrera de vainas. A la velocidad a la que iba este modelo en concreto, llegaría justo a tiempo, siempre y cuando no tuviera problemas por el camino.
Por fortuna, no tuve que esquivar muchos transeúntes ni criaturas de carga, por lo que en seguida me encontré frente al estadio. Le rodeé y me dispuse a entrar en la parrilla de salida, donde ya se encontraban calentando motores la docena y media de participantes. Entre ellos, localicé rápidamente al artificiero. Me acerqué a su vehículo y salté sobre él con mi vibracuchillo encendido.
El numeroso público de las gradas no dejaba de sorprenderse ante el inesperado evento: un motorista había irrumpido en el circuito y se hallaba amenazando a un piloto con un vibracuchillo situado cerca de su garganta. Sin duda, era algo nada habitual. Quizás no había ocurrido nunca porque, claro, el competidor podría acelerar su vehículo y dejar atrás a su secuestrador. Pero me encargué de que al sr. Quadinaros no se le ocurriese tal acción.
“Si me distancias de mi dueño más de un kilómetro, explotaré contigo.”
Esto no era cierto para nada. En realidad, un esclavo sólo podía ser detonado si el propietario pulsaba un botón. La distancia no tenía nada que ver. Pero el asustado piloto se lo creyó, así que le hice bajarse de su vaina para que se montara en mi moto speeder. Y todo esto con el vibracuchillo bien cerca de su cuello, no vaya a ser que se atreviera a librarse de mí.
Cómo me gustaba provocar aquella expectación ante los más de cien mil espectadores. Y mucho más el ser inmune ante las autoridades del lugar. Ya saben, si se acercan demasiado, podía acabar con una vida.
Pero mi objetivo no era acabar con la vida de aquel toong sino con la mía. Quería volver a ser libre, como cuando tenía 8 años, antes de que unos piratas me secuestraran junto a mi familia. Además, por cierto, quería volver a ver a mis padres, que habían sido vendidos a un dueño diferente al mío. La única pista que tenía sobre su paradero era que estaban en la parte norte del Mar de Dunas, un lugar plagado de pequeñas poblaciones, de modo que no me resultaría nada sencillo localizarles.
Pero esa búsqueda comenzaría más tarde. Primero tenía que obligar a mi rehén a que hallara mi explosivo y lo desactivara cuanto antes. Así que le llevé a su nave, estacionada en el puerto espacial, donde, según decía, tenía todas las herramientas necesarias.
Todo fue muy bien . . . hasta que las autoridades hicieron acto de presencia. Rodearon la nave y bloquearon todas las salidas del puerto espacial. Afortunadamente, para entonces ya era libre: el artefacto, que estaba oculto en el hombro derecho, había sido desactivado mediante unas ondas emitidas por un dispositivo especial.
“Muchas gracias, sr. Quadinaros. Ahora, despegue.”
Y así lo hizo. No le quedaba otro remedio, claro. De esta forma nos libramos de los agentes terrestres, pero ahora estaban los aéreos. Comenzó así una persecución por los cielos de Tatooine llena de fogonazos láser de la que también nos salvamos gracias a la utilización del hiperespacio: fue toda una suerte que aquella nave, en apariencia muy sencilla, dispusiera de un motor de hiperimpulsión.
Finalmente, aterrizamos en un planeta llamado Bakura, en el que dejé libre al toong, aunque, eso sí, habiéndome llevado primero unos cuantos créditos en el bolsillo con los que poder comprar una nave propia y regresar a Tatooine. “¿Para qué?”, se preguntarán ustedes. Ya se lo dije antes: para encontrar a mi familia y comenzar una nueva vida en libertad.

No olvides visitar mi blog: (ACTUALIZACIONES DIARIAS)
blogs.inconforme.es/albertolopez/

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Más
16 años 1 mes antes #669 por claalc
Respuesta de claalc sobre el tema starwars: fansfiction
Otro relato más, el tercero, esta vez es cómico...

>>> ¡MENUDO INVENTO! <<<

Me encontraba yo conduciendo a mi rebaño de shakks hacia la cuadra cuando por el camino me topé con una especie de túnica marrón. La recogí para mirarla mejor y ver si era de algún amigo mío. No la había visto nunca y como no tenía ningún tipo de identificación, me la llevé conmigo a la granja junto a un cilindro metálico que había bajo ella.
Una vez allí, guardé a mis criaturitas y me senté en mi sofá con el extraño objeto en las manos tratando de averiguar qué era. Tenía dos botones únicamente y ningún tipo de pantalla. Así que pensé que se trataría de un dispositivo de alta tecnología que convendría inspeccionar más a fondo. Por ello, desenrosqué su parte inferior para tratar de ver sus componentes y demás mecanismos.
¡Era increíble la cantidad de piezas que había allí metidas! Hasta tal punto que sólo una podía diferenciarse de las demás con claridad: una especie de cristal verde, como si fuera un diamante kesseliano o algo así. El que había construido aquello, tenía que tener un pulso impresionante, pues todas las piezas tenían una colocación milimétrica. Ni siquiera uno de esos avanzados droides creo que fuera capaz de montar todo eso.
Como seguía sin tener ni la más remota idea de la utilidad de aquel peculiar aparato, me arriesgué a pulsar uno de sus dos botones (y digo “me arriesgué” porque bien podía ser la evolución de los detonadores thermales, por ejemplo, o cualquier otro tipo de peligrosa arma).
¡Menos mal que la encendí con el cilindro inclinado y con suficiente espacio por delante! Ante mis sorprendidos ojos, así como asustados, surgió un perfectamente recto fulgor verde, una especie de rayo láser que se mantenía en el aire mientras producía un singular zumbido.
Ahora sí que tenía curiosidad por saber para qué narices podría utilizarse aquel haz de luz. Lo primero que pensé y, de hecho, me fue muy útil, fue para alumbrarme cuando sacaba a mis shaaks a pastar por la noche. Era realmente espectacular el gran radio de iluminación que producía. Estaba casi convencido de que esa era su utilidad . . . hasta que, de tanto probar, día tras día, descubrí otros muchos usos.
Por ejemplo, me vino muy bien para cortar leña. La atravesaba sin problemas y sin que yo tuviera que ejercer esfuerzo alguno. ¡Qué comodidades debía tener el propietario! Debía tratarse de alguien con mucho dinero.
También me sirvió para combatir a los asquerosos mosquitos powols: en cuanto se acercaban un poco a su luz verde, quedaban achicharrados. Precisamente una noche, descubrí la función del segundo botón: calibraba la longitud del rayo. A partir de ese momento, le configuré para que siempre ofreciera la máxima largura.
Así pues, aquel invento mejoró mi calidad de vida en gran medida. Es más, desde entonces es el dispositivo que más utilizo. Me le llevo conmigo a todas partes, pues también podría servir como arma, aunque aún no lo he probado con tal fin . . .

***FIN***

No olvides visitar mi blog: (ACTUALIZACIONES DIARIAS)
blogs.inconforme.es/albertolopez/

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Más
16 años 1 mes antes #670 por claalc
Respuesta de claalc sobre el tema starwars: fansfiction
Mi cuarto relato, es una salvajada total!!

>>> LA FIESTA DE BAKURA <<<


No me podía creer que aquella fuera la fiesta más importante de la capital de Bakura. Un planeta civilizado y tecnológicamente avanzado como aquel no podía tener como festejo anual aquella salvajada primitiva, violenta y mortal para la gran mayoría de los participantes. De ahí que, normalmente, apenas hubiera extranjeros en la arena. Sólo los bakuranos se atrevían a arriesgar sus vidas de esa manera con el único objetivo de honrar con su valentía a la diosa Safuruma. Y es que la fe en aquella deidad era el vínculo que unía a todos los residentes del planeta, lo cual era muy sorprendente: no era habitual que todo un mundo tuviera una única creencia. Casi todo lo que hacían durante sus vidas tenía su razón de ser en la religión.
La prueba iba a dar comienzo. Lo sabía porque en el folleto informativo para turistas como yo, el que dan al comprar la entrada de acceso a aquel enorme estadio, así lo decía: un “gong” advertía a los participantes de que, en cualquier momento a partir de entonces, los tricornios podían aparecer. Se trataba de unas feroces criaturas, similares a los reeks, habitualmente empleados en los circos geonosianos, pero carnívoros y mucho más agresivos.
En breves instantes, la puerta de duracero que les separaba de los corredores se abriría, con lo que la persecución podría empezar. Hasta entonces, ninguno de los 128 participantes podía mover los pies: era parte de la demostración de valor de la que les había hablado antes.
¡¡ Qué terror y nerviosismo debían estar sintiendo en aquellos momentos !! Sólo con verles las caras me dolía el corazón. Todos miraban hacia la puerta sin pestañear, atentos y preparados para empezar a correr como nunca antes lo habían hecho, pues sus vidas dependían de ello.
Y entonces se oyó el silbido típico de los repulsores mientras elevaron la puerta en apenas una décima de segundo. Justo después surgieron de las sombras el cuarteto de tricornios avanzando a gran velocidad hacia sus numerosas presas, que ya corrían como tauntauns despavoridos ante la presencia de un wampa.
En seguida cayeron las primeras víctimas por culpa de un rodiano al que le debió dar un tirón muscular; o simplemente se tropezó, quién sabe. No pude verle muy bien entre tantas cabezas. Su caída propició la de una docena o más de corredores, que, aterrorizados, vieron cómo perdían la vida al ser pisoteados o corneados por las imponentes criaturas. Pero los tricornios ni tan siquiera se detuvieron a olisquear los pedazos de carne resultantes, sino que prosiguieron con la cacería, lo que me llevó a dilucidar que sabían lo que más tarde iba a ocurrir, es decir, debían ser los cuatro mismos ejemplares de ediciones anteriores del festejo.
Así que continuaron pisoteando, corneando e incluso mordiendo a los demás participantes, sin importarles si sus pieles se componían de escamas, plumas o pelo. Ya sobre la mitad del recorrido, que, para complicar aún más las cosas, tenía forma de espiral cuadrada, tan sólo quedaban unos veinte corredores en pie. Tras de sí había quedado un incontable número de cuerpos despedazados y arroyos de sangre de diferentes colores. Todo un festín para los hambrientos tricornios, a los que, según tengo entendido, se les dejaba sin comer toda una semana para que el evento tuviera la espectacularidad habitual y necesaria para atraer a más turistas cada año. Y es que, si no, podría ocurrir que las criaturas se detuvieran para comer el primer pedazo de carne que se les pusiera por delante, con lo que la carrera ya no tendría gracia. Sin embargo, cuando tenían hambre, los tricornios no se quedaban conformes hasta que acababan con todas y cada una de sus huidizas y variopintas presas. Era un comportamiento ciertamente extraño e ilógico, pero así es la Naturaleza en ocasiones, ¿verdad?
La emoción del espectáculo llegaba a su punto álgido: la recta final, donde los escasos supervivientes, en estas ocasión, unos ocho, debían luchar entre ellos, pues sólo uno podía atravesar la llamada “puerta de la salvación”, el que se convertiría en el ganador de la prueba. Una vez pasaba por el estrecho umbral, al que había que acceder de perfil, se cerraba hasta que se concluyera el desafío definitivamente. Ese momento llegaba o bien cuando todos los corredores perdían la vida o bien cuando lo hacían los tricornios . . . algo que nunca antes había ocurrido por una sencilla razón: los “finalistas” (por llamarles de algún modo) sólo disponían de vibracuchillos para lograrlo, un arma realmente insignificante para un animal de ese tamaño.
Así pues, un bothan entró y, por tanto, salvó su vida. El competidor más cercano, un devaroniano, se pegó tal batacazo contra la puerta que quedó inconsciente en el suelo, por lo que podía darse por muerto mucho antes que sus compañeros. Los demás participantes no tardaron en quitarle su vibracuchillo. Breves instantes después, llegaban al lugar los tricornios con su endiablada velocidad habitual.
Apenas 30 segundos tardaron las bestias en aplastar, despedazar y devorar a los siete cuerpos, a pesar de la resistencia que trataron de ofrecer. Pero, ¿qué posibilidades tenían de matar a una criatura tan enorme con un insignificante vibracuchillo? Y mucho menos 4, como era el caso.
El público de las gradas comenzó a aplaudir entonces al ganador, que en aquellos momentos, en los que los tricornios retrocedían el camino recorrido para continuar comiendo, era elevado por encima del laberíntico circuito mediante un rayo tractor. Poco después, era colocado sobre una especie de pedestal en el que fue galardonado con una medalla, una copa y un talón bancario cifrado en un millón de créditos.
Aunque en otro tipo de concursos era una cantidad muy impresionante, en aquel caso me pareció un premio totalmente ridículo en relación al riesgo que conllevaba la prueba: se apostaba nada menos que la vida.
Poco después, escuché las palabras del bothan por los altavoces del estadio. De todas ellas, las que más me sorprendieron y con las que reincido en el tema de la tremenda fe que tienen los bakuranos, fueron las siguientes:
“Para mí, lo más importante ha sido haber honrado a nuestra diosa.”

No olvides visitar mi blog: (ACTUALIZACIONES DIARIAS)
blogs.inconforme.es/albertolopez/

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Más
16 años 1 mes antes #671 por claalc
Respuesta de claalc sobre el tema starwars: fansfiction
Ahí os dejo el quinto de mis relatos cortos...

>>> EL SUSTITUTO DE DARTH VADER <<<

- Os he citado aquí, altos cargos del Imperio – comenzó a hablar el misterioso individuo ataviado con una coraza y un casco parecidos a los que llevaba en su día el imponente Lord Vader – para demostraros que soy tan poderoso como en su día lo fue Darth Vader e incluso el Emperador. He estudiado los poderes del Lado Oscuro de la Fuerza durante décadas, gracias a los antiquísimos pergaminos que descubrí en este templo sith, y os puedo asegurar que quedaréis impresionados ante mis habilidades. He aquí un ejemplo de lo que digo.
El llamado Lord Wonntous comenzó a elevar una estatua gigantesca con la figura de su metálica cabeza perfectamente tallada sobre la roca. A pesar de su gran tonelaje, el objeto pareció cobrar vida, despegándose del suelo y alcanzando unos cinco metros de altura. Una vez flotó unos segundos, el Sith la hizo descender con la misma suavidad y sencillez con que la había hecho subir.
- ¿ Eso es todo, Darth Nosequé ? – preguntó incrédulo el general Asghnard, el único que no se había sorprendido.
- Sabía que esto no iba a ser suficiente para convenceros, así que les mostraré otro ejemplo.
El sith estiró su brazo derecho en dirección al general que había hablado y le apuntó con los dedos. Hizo después un leve movimiento con ellos y logró que el imperial comenzara a asfixiarse, tal y como tantas veces había hecho Vader cuando aún vivía.
- Nnnngggggg . . .
- ¿ Convencido ahora, general ? – le preguntó Wonntous una vez le dejó libre de su estrangulamiento a distancia.
- Sí . . . claro . . . por supuesto, Wonntous – susurraba mientras recobraba el aliento perdido. – A partir de ahora, mis ejércitos estarán a su entera disposición.
Uno a uno, el resto de los imperiales declararon la misma intención, poniéndose al servicio del que consideraban ya el nuevo líder del esparcido Imperio.
Pero, entonces, antes de que el sith pudiera comenzar a dar sus primeras órdenes, un potente a la par que extraño ruido se oyó de repente. Procedía de la gran estatua del casco de Wonntous. Instantes más tarde, surgió una columna de humo de la parte trasera del pedestal de piedra en el que se hallaba. Los generales no tardaron en rodear el monumento y ver con sus asombrados ojos lo que allí había: un motor de elevación por repulsión de gran potencia, similar a los utilizados por la mayoría de las naves espaciales durante sus maniobras planetarias. Junto a él, se escondía un soldado imperial, quien, sin duda alguna, había hecho funcionar la máquina en perfecta coordinación con los movimientos de Wonntous durante su “demostración”.
- ¡¡ Es un farsante !! – gritó el General Snotggol.
- ¡¡ Y el General Asghnard está compinchado con él !! – gritó otro.

Otro imperial pegó un tiro en la cabeza al soldado de asalto, aunque aseguraba no tener nada que ver con el timo.
Pero ni el supuesto Darth Wonntous ni su ayudante estaban ya en el interior del templo.
- ¡¡ Capitán Lobb !! – vociferó un general por su comlink - ¡¡ Ordene a sus tropas que persigan y liquiden a los timadores como sea !!
- Sí, señor.
Minutos después, los soldados imperiales alcanzaban al general Asghnard en una pierna poco antes de volarle la cabeza. Su compañero Wonntous, que le abandonó en la huída, moría poco más tarde al estallar su nave durante el inicio del despegue por la acción de un detonador thermal lanzado por uno de los soldados que le perseguían.

Y todo esto, amigos míos, sucedió porque el General Asghnard se ahorró unos cuantos créditos al comprar un motor de elevación por repulsión de segunda mano. Así que la decisión es vuestra: ¿queréis este motor nuevo de la prestigiosa marca “Sienar” o, por el contrario, preferís uno de segunda mano de los que venden en la chatarrería de al lado ?
Los clientes no dudaron en comprarle el motor más caro de toda la tienda.

No olvides visitar mi blog: (ACTUALIZACIONES DIARIAS)
blogs.inconforme.es/albertolopez/

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.

Más
16 años 1 mes antes #672 por Joven Jedi
Respuesta de Joven Jedi sobre el tema starwars: fansfiction
Me he leído esos cinco relatos y te animo a que sigas escribiendo, creo que tienes talento y son muy entretenidos. Tienes la habilidad de hacer muy amena la lectura, de forma que se puede leer de un tirón sin interrupciones, aunque sean textos cortos. Me ha gustado mucho.;)

Por favor, Identificarse o Crear cuenta para unirse a la conversación.