En toda gran epopeya el momento culminante comienza con la batalla. Las fuerzas del bien y del mal se cruzan reviviendo el combate épico en la eternidad de los tiempos, delimitando a los que serán héroes y villanos, guardados con recelo en el recuerdo.
¿Quién es más fuerte?¿Qué bando es más poderoso?¿Cúal se impondrá?¿La acción desesperada y temeraria de la luz servirá? Es difícil decirlo, sin embargo, lo que si sabemos es que para marcarse un buen farol y llevarte la partida, de vez en cuando, hay que tener todas las cartas en la mano...

La batalla había llegado al planeta capital con las primeras tropas republicanas. El estado de excepción ya había sido declarado para todo el planeta. Sometidos al asalto de la última esperanza de la republicana, los habitatnes de Coruscant se habían refugiado en los búnkeres planetarios esperando que la batalla que se desarrollaba más allá de su alcance terminase.
Mientras cercana a la órbita de Coruscant la batalla espacial continuaba con fiereza mientras las naves republicanas no conseguían aún traspasar el cordón de TIEs y fragatas imperiales, a pesar de que el cinturón ya había sido roto en varios puntos y las naves comenzaban a llegar a la superficie del planeta.

En el Centro de Mando Imperial, el lugar dodne se coordinaba la defensa planetaria, Dalen se encontraba en su despacho, rodeado de imágenes holográficas enviadas desde cientos de puntos y naves con la información de todo lo que estaba ocurriendo en aquellos momentos tanto en el cielo como en la Tierra, mostrando el destino de la Galaxia, la última esperanza de la República y los jedis enfrentada al pdoeroso Imperio Galáctico.
El Emperador, iluminado por la tenue luz azulada de las proyecciones holográficas que tenia enfrente, permanecía pensativo. La batalla se estaba desarrollando según lo previsto, sin embargo, los jedis eran imprevisibles. Su poder de la Fuerza era un factor demasiado inestable, Dalen había luchado en cientos de campos de batalla pero nada se parecería a esto, sin embargo, estaba dispuesto a sobrevivir. Él y su sueño...

Una imagen apareció de pronto sobresaliendo sobre las demás, era el perfil de un hombre...

-Ya era hora.- dijo el Empèrador sin imutarse, como si als piezas de un elaborado plan comenzasen a encajar.

-Ya sabes que siempre me gusta hacer una entrada triunfal.-

El puño del Emperador comenzaba a apretar el frágil cuello republicano: El Grand Almirante Dante Oviedo, el mejor estratega naval de la Galaxia había llegado con el grueso de la Flota Imperial. Los Destrucotres Estelares serían el martillo y Coruscant el yunque...la República estaba perdida...

- ¡¡Colisión de fuerza!!

La frente de Joven Jedi comenzó a segregar sudor, que a gotas golpeaban con violencia el suelo. Su sable láser, extendido totalmente y de forma horizontal, apuntaba a un objetivo no concreto.

La electricidad se cargó de forma absoluta y un fuerte estruendo silenció la guerra.

Un poderoso rayo en espirar, de dimensiones espectaculares, brotaron increíblemente de aquel arma.

Un grupo de cientos de soldado saltaron por los aires, víctimas de aquel poderoso ataque.

(...)

- ¡Que cojones es eso! -gritó Twon.

- ¡Todos al suelo! -ordenó Corso.

Brock sacó el cadáver del caza y se metió dentro, con toda la cara ensangrentada.

(...)

Silencio. Ni un murmullo. La figura de un Jedi exausto lo decía todo. Sin embargo, fueron cien de cientos los que cayeron. Finalmente, un soldado se atrevió a decir las palabras mágicas.

- ¡FUEGO!

- ¡Por encima de mi cadáver! -gritó Corso.

Los compañeros estaba corriendo, con Brock último, hacia ellos como locos. Sin embargo, fue demasiado tarde, y una oleada increíble de disparos se avalanzaron sobre Joven Jedi.

- ¡¡¡Noooooo!!! -gritó Corso.

Joven Jedi guardó su sable, con la mirada cabizbaja. Sus músculos se tensaron y sus pupilas desaparecieron. Sus ojos se volvieron blancos.

Mirada al frente, nadie lo conocía. De pronto, su cabello comenzó a ondear como si hubiera viento en esa noche fría y lluviosa. Las gotas no le tocaban.

Un fino escudo verde incandescente le rodeó. No era él. Era otro.

De pronto, a través de sus desaparecidos ojos, vio todo mucho más lento. Vio con total nitidez como los láseres viajaban increíblemente lentos.

El primero de ellos, con la mano abierta de JJ, dejó que flotara a su alrededor, para colisionar en un campo de fuerza que lo rodeaba.

Sin embargo, Corso y compañía vieron como miles y miles de soldados impactaban sobre él y creaban una gran humareda. Lo habían matado.

Joven Jedi veía a través del humo. Saltó, saltó y no parecía descender. De pronto, su cuerpo se divisó a unos 100 metros de altura, bajo la mirada de todos. Aquello no era un humano.

JJ seguía en un mundo paralelo. Veía todo con total precisión. Comenzó a marearse. Perdió la visión. No recordó nada.

Una imagen borrosa. ¿Era Brock? Solo vio luces vibrantes de un lado para otro... para consumirse en el sueño.

(...)

- ¿Que ha pasado?

- Pudimos rescatarte tras el apoyo aéreo -oyó decir a alguien.

[ 21. Mayo 2007, 18:16: Mensaje editado por: Joven Jedi ]

Ihcir llevaba trabajando en la desmantelación de los cañones, las copias de Joven Jedi a medida que pasaba el tiempo se hacían más débiles

-JJs, pasadme otro detonador-Dijo Ihcir extendiendo la mano

Una de las copias cogió el detonador, poco antes de que su brazo se acercase al de Ihcir, desapareció, precipitandose el detonador al suelo, Ihcir se desconcertó, pero inconscientemente cogió el detonador poco antes de que éste cayese al suelo.

-Ha faltado poco-Dijo soltando el aire de sus pulmones.-Bueno... vuelvo a estar solo

Quedaban pocos cañones que no estubiesen con cargar explosivas, la idea de Ihcir era hacerlos saltar a todos por los aires poco antes de que el ejercito imperial se reorganizase para preparar el contraataque a las fuerzas de la República.
Ihcir siguió avanzando por los tuneles hasta toparse con una salida cortada, alguien había puesto ahí en medio un muro que inpedía que los planes de Ihcir se llevasen a cabo.
Se acercó, tocó el muro y agachó la cabeza para pensar, al instante, se separó del muro, activó su sable láser y abrió otro agujero encima suyo, al contrario que cuando salió con Joven Jedi, se asomó primero para ver si estaba despejado, cuando salió, se vió en frente del gigantesco palacio imperial. Ese descomunal edificio había crecido hacia el fondo del planeta desde que Coruscant había sido ocupado por las tropas imperiales, el Imperio estaba bien preparado contra cualquier ataque republicano...

-Tienen que ver esto...-Se dijo Ihcir volviendo al túnel

Con su sable láser soldó la tapa del agujero que había hecho para salir del túnel, si los soldados que custodiaban el palacio se diesen cuenta de que había una entrada hasta el palacio, la República estaría perdida.

Los sables de Uchiha y O'Shova desprendína un fino humo blanco,debido a que las gotas de lluvia se evaporaban al llegar a la hoja laser.
Estaban sobre la azotea de algún edificio,no sabían exactamente cual.Habían estado largo rato chocando los sables,luchando,intentando matarse mutuamente,pero tras todo ese tiempo,los dos seguían en pie.

—Tengo ventaja,ríndete —Dijo O'Shovah,confiado— Este es mi terreno,y no puedes usar la fuerza contra mi
—No te confíes.Se exactamente donde tienes escondido el Ysalamari —Dijo Uchiha,señalando el bolsillo de los pantalones de O'Shovah— De todas formas,no necesito usar la fuerza para matarte
—Pues acabemos de una vez,entonces

O'Shovah se lanzó contra Uchiha con gran velocidad.Este se concentró,las venas de sus ojos se hincharon,y sus ojos se pusieron rojos debido al riego sanguineo.
Intercambiaron varios sablazos,y era Uchiha el que llevaba la ventaja.Se movía más rápido que antes,y sus ataques eran mucho más precisos.O'Shovah retrocedia.

—La vista definitiva —Murmuró O'Shovah— No conseguiras ganarme con eso.

Extendió la mano y Uchiha salió volando por los aires.Estaba a punto de caer del edificio,pero consiguió agarrarse a un saliente,y se quedó suspendido en el aire,solo sujetado por cuatro dedos.Su sable cayó al suelo de Coruscant.

O'Shovah se acercó con paso elegante.Se paró y miró a Uchiha.

—Adios —Dijo O'Shovah,sonriendo

Fue a pisar la mano de Uchiha,pero esté se soltó antes.Usó la fuerza para agarrarse a la pared con los pies y saltó.Un fuerte puñetazo penetró en el pómulo de O'Shova,haciendolo pedazos.El imperial se elevó varios metros,al igual que Uchiha.Este lo agarró de los pies y lo lanzó hacia el suelo.Después,el fuego empezó a arremolinarse en una de sus manos,y comenzó a dar latigazos.

—¡¡Voy a acabar con ese Ysalamari si o si!!
—No puedes atacarme con nada que esté creado por la fuerza —Dijo O'Shovah,gritando.Todavía no había llegado al suelo— Mi Ysalamari me protege
—Que yo sepa,los Ysalamari no protegen de las explosiones

La bola de fuego y viento impactó en el torso de O'Shovah.Este se rió,para después dejar de hacerlo.Comezó a gritar.Entonces,los dos llegaron al suelo,y una enorme explosión surgió de entre los dos,para que después salieran despedidos.Uchiha chocó con una pared,y se hizo una brecha en la cabeza.Comenzó a sangrar.

O'Shivah estaba varios metros alejado de Uchiha.Se levantó,algo chamuscado.Vio como el Ysalmari también había salido despedido,y yacía muerto,en el suelo.Apretó los puños,y miró a Uchiha,que se había levantado y había recogido su sable laser.

—Me da igual que ya puedas usar la fuerza...—Dijo O'Shovah— ¡¡¡Acabaré contigo!!!

O'Shovah encendió su sable,ante el asombro de todos los soldados imperiales que estaba cerca,y se lanzó hacia Uchiha.Cuando llegó ante su oponente,dio un sablazo de abajo a arriba,que Uchiha paró.Emepzaron a forcejear.

—No esperaba menos...—Dijo Uchiha,sonriendo—...de alguien con mi misma sangre.

Uchiha empezó a reirse.Esto enfureció a O'Shova a un más,y lanzó a Uchiha hacia arriba con fuerza.Este voló en perpendicular a la pared del edificio.Se enderezó en el aire,y creó una gran bola de fuego.

—Pierdes el tiempo,O'Shovah.No se puede cambiar el destino.

El imperial salió de entre el fuego con los ojos rojos,y atacó a Uchiha.Este consiguió parar el sable,pero debido a la fuerza,fue lanzado todavía más arriba,hasta caer de nuevo en la azotea del edificio.Tuvo que levantarse y saltar para esquivar un nuevo ataque.

—Se acabó

Sus miradas se cruzaron y O'Shovah se quedó paralizado.

—Primero,te mostraré algo,y luego...acabaré con esto

En la órbita de Coruscant.

Mientras volababa entre los escuadrones TIE, a los cuales les inflingía más daño del que esperaban. Cada TIE que entraba en la mira, terminaba en una sonora explosión, y una bola de fuego y metal retorcido.

Orius: A todos los pilotos, concentrense en los cazas y las naves capitales.

Comandante: Señor, esos destructores nos vencerán.

Orius: Concentrense, y acaben a los imperiales, y esperemos que lleguen refuerzos pronto.

Comandante: ¿Refuerzos? ¿De dónde?

Orius: Aún hay cruceros MC-80 y MC-90 en patrulla de la galaxia.

Almirante: Requerimos apoyo de los cazas contra los escuadrones TIE.

Orius: Vamos en camino, y aumente la cadencia de fuego de las baterías turboláser.

Almirante: Se hace lo más rápido posible.

Mientras volaba hacia flota, vi como una fragata de la república colapsaba y explotaba como una pequeña estrella en medio de la flota.

Almirante: Concentren el fuego contra los destructores.

En la radio escuchaba como sufrían las tropas en la superficie. Pero no podía dejar mi puesto en la ofensiva espacial, por suerte mis escudos se regeneraban tan rápido, y mis habilidades en la fuerza me ayudaban a evitar los disparos de los pilotos enemigos.

Orius: A todos los pilotos, reagrupense y den apoyo a las naves capitales contra los TIE, no podemos perder más naves.

Comandante: Com...pre..nd..i..do s....e..ño...r.

En ello vi explotar el caza de mi segundo al mando, la cosa se complicaba, pero sabía que la república enviaría refuerzos, no podíamos perder esta batalla, era demasiado crucial e importante, y se tenía más recursos que la desaparecida Alianza Rebelde, así que podríamos vencer, pero se complicaría con los liderazgos del Emperador Dalen y del Gran Almirante Dante Oviedo, ellos dos sabían subirle la moral a sus tropas, pero nosotros debíamos de hacer lo mismo con la tropa de la república, los jedis eramos y somos un emblema y la esperanza de la república, algo que es cierto, el vínculo jedi- república era muy longevo, por más de 25000 años, y que sólo lo rompió Palpatine, y de ahí con la reconstrucción de la nueva república, debíamos de salvarla, así como ocurrió en la guerra contra los vong.

Mi mente la volví a colocar en el conflicto, y ví como dos TIE se me acercaban de frente, y disparando sus armas, pero logré hacer una maniobra precisa, y pase entre ellos, y ví de inmediato a unos 4 TIE que perseguían a 2 cazas de la república y me dirigí hacia ellos, descargué una ráfaga de laser sobre los enemigos, y de los 4, cayeron 3, les di con una precisión como me recordaba desde que era un muchacho, y en el radar podía ver como 4 TIES venían tras de mí, y realicé una maniobra de medio rizo, y quede encarando a mis enemigos y disparé contra ellos, y podía ver su rostro de sorpresa, y reventé a los 4 con una ráfaga precisa de disparos.

Almirante: Siga así General Zeth, pero no podrá usted sólo con todos los cazas.

Orius: Lo sé, pero puedo hacer bastante más daño, que se reagrupen los cazas y ataquen los destructores y los cazas.

Almirante: Bien, su escuadrón lo seguirá asistiendo.

Mientras que el almirante, se encargaba de dar indicaciones por la radio a los pilotos, y aumentando las posibilidades de defendernos del imperio.

Mientras, volaba me concentré y empecé a usar la meditación en el combate, con tal de subir el rendimiento de los pilotos y demás soldados de la flota republicana.

Orius: Los imperieles son más, pero son peores pilotos, y van a caer con facilidad.

Apenas pronuncié las palabras, ví como la precisión de los pilotos había aumentando, derribando bastantes cazas TIE, y de a poco se estaba equilibrando la balanza, pero no era lo suficiente, pues los destructores aún estaban ahí dando batalla.

(Continuará)

Al fin logró reconocer una cara. Aquella barba de guerra, así la llamaba, era de Corso. En él había una sonrisa.

- Estoy mareado -comentó Joven Jedi.

- Bueno, tú tranquilo... tápate los oídos ahora, ¿ok?

- Noto un silbido...

- Tápatelos.

Lo hicieron. Estaban en un conducto de alcantarillado de Coruscant. A través de un hoyo veía la lluvia.

Hubo una explosión tremendo que hizo temblar todo. Al cabo de unos segundos cesó.

- Bueno, la base estará destruída, pero debemos seguir ayudando a los de ahí arriba -dijo Twon.

- Es cierto, tenemos tropas que están llegando desde el Sector y no se pueden encontrar aún con una muralla naval -explicó Ken.

Corso ayudó a incorporarse a Joven Jedi. Se llevó la mano a la cabeza y se sacudió un poco.

- Impresionante -dijo orgulloso Corso.

- ¿El que? -preguntó desconcertado Joven Jedi.

- ¿No te acuerdas? Después de ese tremendo rayo hiciste... algo increíble.

- Joder, para una vez que hago algo decente y no me acuerdo.

- Bueno, casi nos cuestas la vida.

Esa voz no era de Corso. Joven Jedi estaba extrañado. Había reconocido a Twon, pero esa cuarta voz no. Se giró sobre sí mismo y vio el pastel.

- ¿Qué tal? -preguntó con una sonrisa vacilona.

No articuló palabra. Sus compañeros no sabían que hacer.

Fue entonces, cuando Joven Jedi lo agarró por el cuello, sujetándolo fuertemente contra la pared,y con la empuñadura de su sable en la cabeza de Brock.

- ¡Detente JJ! -gritó Corso.

- ¿De verdad vas a hacerlo JJ? ¿De verdad? -sonría.

- Dame una razón para no hacerlo. Que yo sepa eres siervo del Emperador, y no creo que esté mal asesinar a unos pocos que atormentaron a millones.

- Extraña visión del Jedi, ¿no crees? Ellos no hacen eso, no matan.

- Pues vas a descubrir pronto que sí.

Dicho esto Joven Jedi acarició el botón activador del sable. Brock comenzó a preocuparse y dejó de reírse por si acaso, aunque estaba seguro que no lo haría.

- ¿Quieres una razón?

- Veo que te acojonas. Eso me dice mucho.

- No te equivoques. No pienso hablar con un jodido loco que me está apuntando con su propio sable láser.

Hubo silencio. JJ entró en razón y guardó su arma en el cinturón.

- Soy de los vuestros, ¿vale?

- ¿Esperas que te crea Brock? Solo eres un bastardo.

Brock cogió una vibroespada y apuntó al corazóin de JJ.

- Es muy fácil hablar cuando tú tienes el poder, ¿no crees? Estoy con vosotros, os guste o no.

Mantuvieron su mirada firme.

- Vamos JJ, tienes que creerme. Sé que es difícil de explicar, pero hay razones, ya te las contaré. Solo quiero que me veas como aquel que era... ¿no te acuerdas de nuestros viejos tiempos?

Joven Jedi dudó. Al final, abrazó a Brock, mientras una lágrima corría por su rostro.

- ¿Eso es un sí? -preguntó riéndose Brock.

Joven Jedi no dijo nada.

- Eh chicos, tengo un mensaje de Ichir -informó Ken.

- Actívalo -respondió Corso.