Prologo FFW 2.0


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16 años 6 meses antes #49 por Nest_Vader
Respuesta de Nest_Vader sobre el tema Prologo FFW 2.0
Había cuatro mandalorianos, fuertemente armados e imponentes, frente a Darth Nest. Los rostros cubiertos de metal de un respectivo color albergaban una historia tan distinta una como la otra, pero unidas por una misma visión y un ideal. Sus ojos inescrutables estaban posados en la figura del Sith. La comitiva la encabezaba un soldado alto y maléfico, llamado Faror, de armadura roja, el cual cargaba dos filosas y largas cuchillas cruzadas en la espalda, y cuyo casco llevaba un emblema curioso: una mano plasmada con sangre. Su cinturón estaba adornado por varios cachivaches pequeños y de aspecto inocuo que Nest estudió con interés. Esas cosas se componían de un mango corto y grueso con un par de palanquitas empotradas. Encima del reducido mango había incrustados diversos componentes desconocidos, semejantes a joyas, incluido algo que parecía la célula energética más pequeña que se había visto jamás en la existencia de la galaxia. La otra cara del disco tenía el brillo de un espejo. Pero fue la célula energética lo que más desconcertó al Sith. A juzgar por su forma, la capacidad de la célula, fuera la que fuese, exigía una gran cantidad de energía. Los objetos poseían minúsculas raspaduras en la empuñadura, indicando que ya se habían utilizado en batallas. Se murmuraba que este alto jefe mandaloriano, Faror, era un renegado, descendiente de poderosos soldados, que se había unido al clan durante la supremacía del actual Mandalore. Había entrado al servicio del ejército en tiempos de sus primeras batallas y conquistas, y con astucia se había elevado en los favores de su principal comandante; conocía mucho de los pensamientos de Mandalore y era bastante disciplinado.
- Ya era hora de que te encontráramos - le dijo Faror a Nest -. Resultaste algo escurridizo, ¿no?
Nel, el más alto y corpulento de los hombres, avanzó hacia su presa. Su indumentaria era verde y se veía algo repulsiva. En algunas partes la armadura estaba oxidada y corroída. Los dos cañones que sostenía en sus enormes manos estaban conectados por unos tubos a dos colosales tanques, sobresalientes en su ancha espalda. Un extraño vapor emergía de su pierna derecha cada vez que daba un paso. Era este el sirviente de Mandalore más temido entre los ejércitos. Nunca había dudado en usar sus armas incluso contra los suyos. Descendía de una tribu de linaje maldito y, a raíz de eso, decidió hacer pagar a todo el que se opusiera al régimen de su señor.
- Basta de charla - agregó Nel -. No lo aguanto más. - Levantó su arma y la dirigió al pecho de Nest. - Acabemos con él de una vez.
El mandaloriano de traje azul marino, de nombre Zosh, saltó precipitadamente y bajó el brazo asesino de Nel de un golpe.
- ¡No! - exclamó -. No podemos matarlo. Si hubiese tenido la orden, hace rato que yo mismo hubiese aniquilado a este individuo.
El tono arrogante en la voz de Zosh hizo saber a Nest la clase de persona que era aquel sujeto. Realmente era el más popular entre todos los mandalorianos. Todos los subordinados le admiraban y soñaban con algún día llegar a ser una milésima parte de lo que era él, o al menos eso decían. Resultaba evidente, entonces, que su personalidad se hubiese hecho más orgullosa y petulante que la de los demás. Sin embargo, nadie dudaba de su inteligencia, ya que era esta y su precisión tan perfecta las que le catapultaron hasta el puesto de uno de los mejores guerreros de las tropas. Siempre llevaba la armadura pulida y brillante, e iba más ligero que los demás.
- Apuesto a que habría fallecido sin siquiera saber qué o quien lo mató - soltó la presumida voz de Zosh -. ¿Te lo imaginas, Sith? ¿Morir sin saber que fui yo quien te maté? Es un honor para cualquier víctima haber perecido por mi rifle.
- Las órdenes de Mandalore son claras, soldados - sentenció Faror -. Quiere a Lord Nest vivo. Y lo llevaremos de inmediato.
El delgado soldado, quien había respondido ante el nombre de Lors, soltó una carcajada frenética. Este tenía la armadura de color naranja, mas en algunas partes estaba opaca y negra, debido a quemaduras. Su pecho se hallaba bordeado por dos cintas entrelazadas, las cuales estaban repletas de detonadores térmicos. Demás municiones explosivas decoraban su vestimenta, pero lo que más resaltaba era el lanzamisiles que había en su hombro, conectado a una mira ubicada sobre la parte izquierda del visor de su casco. Dicho casco era más alargado que los otros y de alguna forma daba la impresión de que la típica pantalla en T del rostro metálico mandaloriano estaba sonriendo con locura. La guerra había dejado sus huellas en el aspecto de Lors, que daba terror, pese a no ver su verdadero rostro. Los que habían visto su semblante decían que era marchito y demacrado, aunque avivado por un resplandor fanático y febril, resaltado por la sonrisa que en ningún momento se le borraba.
- Mandalore no dijo que no podíamos divertirnos un poquito con él - apostilló Lors y río ruidosamente -. Tal vez, si lo torturamos un rato… Tengo ganas de divertirme.
- ¿Quiénes son ustedes? - inquirió el prófugo Sith.
- Somos el escuadrón Omega, orgullo del ejército mandaloriano - se adelantó Faror.
- ¿Por qué el tal Mandalore tiene un interés en mí? - preguntó Nest -. Si tanto desea capturarme, ¿por qué no viene el muy cobarde a hacerlo él mismo?
Todos los mandalorianos, exceptuando Faror, soltaron débiles bufidos.
- ¿Te atreves a decirle cobarde a nuestro honorable líder? - susurró Faror.
- Sí - contestó la terrorífica voz del Sith, cuando sujetó mejor sus armas, por si alguno intentaba arremeterle -. ¿Hay algún problema con ello?
- ¡Cierra el pico! - le ordenó Lors, esquizofrénico -. ¿Cómo te atreves a tacharlo de cobarde con tus indignos labios? ¿Cómo te atreves a mancillarlo con tu lengua de traidora sangre Sith? ¿Cómo te atreves…?
- Es un cobarde, empezando, por haberme mantenido sin memoria en su nave - arrojó Nest con temeridad -. ¿Acaso saben ustedes por qué? ¿A qué le tiene miedo?
- ¡Cállate, bestia maldita! - gritó el guerrero de anaranjado.
- Déjenme darle una lección - pidió Zosh, cargando su bláster.
- Yo seré quien se la de, Zosh, no tú - respondió Lors.
- ¡Basta! - exclamó el jefe del grupo -. Hagan caso omiso a este ser. Tenemos una misión.
La vista del Sith nuevamente se posó sobre los curiosos objetos que colgaban del cinturón de Faror, quien se dio cuenta del suceso y posó su mano en uno de ellos.
- Ah, ya veo - declaró el mandaloriano -. No has logrado identificar estos trofeos. Son sables de luz, el arma obligada de un caballero Jedi o de un lord Sith. Debo admitir que no son tan incómodos ni aleatorios como un desintegrador. Para utilizarlos se necesita algo más que la visión. Pero ahora sabes que quizá nunca volverás a emplear alguno de estos artilugios.
Nest dio un paso hacia delante. No obstante, todos los soldados alzaron sus armas, con una amenaza revelada en su aparente ajetreo.
- Atrás, milord - indicó el líder -. No oses dar otro paso.
Darth Nest se quedó quieto.
- ¡Arréstenlo! - ordenó Faror.
Los demás integrantes del escuadrón Omega no habían terminado de dar la primera zancada, cuando Nest usó la Fuerza para atraer uno de los sables a su mano. En cuestión de segundos, tocó los mandos de la empuñadura y luego tocó experimentalmente el botón de color claro situado cerca del pomo, brillante como un cristal. El disco emitió un rayo rojo grueso como su pulgar. Era denso hasta la opacidad y de poco más de un metro de longitud. No se extinguió, sino que continuó resplandeciente e intenso, tanto en el extremo como junto al disco. El Sith descubrió, sorprendido, que no emitía calor, pese a que tuvo el buen cuidado de no tocarlo. Tenía la sensación de saber lo que podía producir. Casi podía asegurar que tenía la capacidad de abrir un agujero a través de la pared de piedra de los edificios… o a través de un ser viviente. La emisión rojiza del arma había traído imágenes confusas a su memoria. Podía verse a sí mismo, sin un rostro claro, empuñando un sable de luz y liderando a decenas de adeptos al Lado Oscuro. El recuerdo concluyó con una interrupción.
- ¿Tienes la suficiente autoridad como para tratar conmigo? - preguntó Faror -. ¿O los sesos suficientes como para comprender la situación?
Faror sustrajo uno de sus sables de luz y lo encendió. Lo movió y lo balanceó con tanta elegancia, que hasta parecía un usuario de la Fuerza. Los mandalorianos dispararon una lluvia láser sobre Nest, mas este la esquivó. Pronto se topó frente a frente con el gigante Nal, que le arrojó una carga de un gas que olía espantosamente. Los veloces movimientos del Sith lograban esquivar cada uno de los ataques de los soldados. Una llamarada de fuego, exhalada de la muñeca de Lors, ardió cerca del Sith, pero, tras desviar unos disparos de Zosh, cayó lejos del combate. Los guerreros saltaron hacia la calle, donde se encontraba Nest, y lo vadearon. Faror y su contendiente compartieron una serie de sablazos, mientras los otros aullaban y mugían. Como una tempestad, todos se abalanzaron sobre el lord. Este cayó bajo los golpes y los miró aturdido y estupefacto. El Sith intentó pararse, mas se tambaleó y volvió a desplomarse como una roca despeñada. Una negrura y un dolor opresivo asaltaron a Nest, y la mente se le hundió en las tinieblas. Sintió el hambre de energía. Sintió algo fluir por su cuerpo. Todo quedo en silencio. Instantáneamente, volvió en sí y un potente viento apartó a sus atacantes de encima de él. Los mandalorianos cayeron lejos, pero, perseverantes hasta el final, se levantaron de un salto. No obstante, Faror vaciló un momento, al tiempo que sus secuaces señalaban el centro de la calle. Ocultos por los cascos, sus ojos se dilataron ligeramente. El sitio en donde había estado Nest se hallaba vacío.

Continuará…

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16 años 6 meses antes #50 por Zeros Metalium
Respuesta de Zeros Metalium sobre el tema Prologo FFW 2.0
Canciller Valorum: Senadores de la Republica. Siento el haber tenido que convocar una reunion tan inminentemente, pero la situacion es bastante peligrosa. Doy la palabra a Orus Link, senador de Dathomir.
Senador Link: Es cierto. Despues del golpe de estado en nuestro planeta, la flota mandaloriana se ha aprovechado del caos reinante para poder acometer su ataque.
Senador Organa: Hablo en representacion del sistema Alderaan. Dicho golpe de estado, segun los rumores, esta propiciado por la Alianza. ¿Cuanto de cierto hay en todo esto?
Senador Link: Siento decir que todo.
Senador Organa: Entonces, si mis datos son correctos, la Alianza habra puestos sus garras en el laboratorio de investigacion de Dathomir.
Senador Link: Es posible.
Senador Organa: ¿Que clases de investigaciones se estaban...?
Sunbrela Chaque: Como director de los astilleros de Kuat, no puedo dar informacion de nuestros proyectos.
Senador Organa: ¿Como osa...? No sabemos que teneis investigado ahi abajo. Y si ellos han conseguido averiguarlo, entonces no sabemos a que nos enfrentamos.
Dengar: Esta bien. En Dathomir estabamos usando el laboratorio para construir un arma nuclear. Se trata de una bomba con capacidad para hacer explotar un planeta entero...
La cupula del senado salto en revuelo. Todos comentaban las revelaciones del jefe de proyectos secretos de Kuat, dejando a este sin poder continuar su explicaciones.
Canciller Valorum: SILENCIOO!!!
Senador Organa: Es increible. La Alianza con un arma nuclear. El ejercito deberia encargarse de todo esto ahora.
Sunbrela Chaque: No se sabe a ciencia cierta si han conseguido el arma.
Senador Organa: POR DIOS. A estas alturas y pensar en eso!!. Por supuesto que la tendran... Como senador de Alderaan, doy mi voto al uso de armas de destruccion masiva contra la Alianza Galactica.
Canciller Valorum: Aun no se ha pedido voto para eso.
Dengar: Ademas, tengo a un mercenario trabajando en esto. Y seguro que lo conseguira.
Senador Organa: Un mercenario. Cuando nos hayamos dado cuenta tendremos la bomba en Coruscant. ¿De quien se trata?
Dengar: Zeros Metalium
El senado entonces enmudecio. El eco de Dengar resonaba en las paredes, siendo hasta en algunos casos molesto.
Senador Organa: Esto es inaudito. Confiamos en un mercenario y no en nuestro ejercito.
Canciller Valorum: En eso Organa tiene razon. Por tanto, un ejercito de contra invasion ira a Dathomir a defender el planeta y a investigar sobre dicha bomba.
Senador Organa: Eso no sera sufciente. He de retirarme....
La plataforma de Organa volvia a su sitio, saliendo el senador aprisa. Organa parecia enojado con lo que habia oido en la asamblea. Cogio su comunicador y comenzo a hablar mientras se dirigia a su vehiculo.
Organa: Tenemos un intruso en nuestro plan.
Ero Sennin: ¿De quien se trata?
Organa: Zeros Metalium
Ero Sennin: Saldra caro. Zeros es peligroso. No sera facil.
Organa: No te he dicho cuanto vale. Te he dicho quien es. Y lo quiero muerto.
Ero Sennin: Asi sera. ¿Cual es su ultima localizacion?
Organa: Dathomir. Sigue alli.
Ero Sennin: Se llevara a cabo.
Organa cortaba la comunicacion, llegando a su vehiculo.
Asistente: Señor Organa, tenemos noticias del "Berseker".
Organa: ¿Que ocurre?
Asistente: No pueden salir del planeta. El bloqueo mandaloriano no le lo permiten.
Organa: Bueno, en tal caso la actuacion militar de la Republica nos vendra bien... (continuara)

Sore wa himitsu desu

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16 años 6 meses antes #51 por Nest_Vader
Respuesta de Nest_Vader sobre el tema Prologo FFW 2.0
Nest se había escapado por poco. En las condiciones en las que se hallaba, le sería imposible derrotar a todo el escuadrón Omega junto. Su suspicaz mente ideó hacer que el grupo se separara.
El lugar donde dio a parar estaba débilmente iluminado. Pero no necesitaba luz para distinguir su contenido. Olió la putrefacción antes de caer en ella. Sin ningún adorno, salvo la mugre y las luces ocultas, las cloacas de Dathomir estaban, como mínimo, llenas en su cuarta parte de unas inmundicias babosas, la mayoría de las cuales ya habían alcanzado un estado de descomposición que obligó incluso al Sith a fruncir la nariz.
- ¡Qué delicioso aroma acabo de descubrir! - pensó de manera sarcástica.
Tropezó en un costado del alcantarillado, resbaló y se hundió hasta las rodillas en el inseguro suelo en su intento por avanzar a través del canal. Pese a estar en ese sitio, se encontraba a salvo de sus cazadores. Podría ser peor, claro. A modo de respuesta, un gemido penetrante y horrible recorrió con un eco el desagüe cavernoso. Parecía provenir de algún punto existente debajo de él. Nest hizo caso omiso al sonido. El ruido bestial volvió a escucharse, estaba vez más intenso. El guerrero oscuro preparó el bláster en su mano izquierda y el sable de luz en la derecha, y observó atentamente varios montículos de basura, aunque no vio nada. Creyó sentir que algo pasó a su lado. No estaba seguro de lo que era cuando, de repente, desapareció con súbita rapidez en el repugnante líquido que corría por las cloacas. Nada salió del agua durante unos segundos. El Sith resurgió con la misma vertiginosidad con la que se había desvanecido, al igual que una parte de otra cosa: un grueso tentáculo blancuzco se enroscaba apretadamente en su garganta. Nest intentó atacarle, mas sus puños no eran suficientes, ya que sus armas se le habían resbalado mientras la criatura le tenía sumergido. Fue absorbido una vez más por aquello a lo que estaba unido ese espantoso apéndice. De nuevo se calmó la superficie multicolor del drenaje. Se oyó un lejano retumbar de maquinaria pesada y el sonido que hace un vapor al ser exhalado de un tubo. El estruendo cesó y volvió a reinar el silencio. El adepto al reverso tenebroso apareció inesperadamente cerca de una pila de chatarra semienterrada en una sustancia fangosa, escarbó para salir del sofocante enredo y se frotó el verdugón del cuello. Parecía auténticamente más desconcertado que enfurecido. ¿Qué habría pasado con el monstruo? Tal vez el olor putrefacto de Nest no le parecía lo bastante penetrante como el de aquél albañal.
La resonancia de unas pesadas botas empezó a percibirse en el ambiente. Se sentía algo sospechoso en el tóxico aire. El Sith prosiguió su camino ocultando su figura en las sombras. Hacía rato que no escuchaba los pasos. Póstumamente, oyó algo tras de sí. Se volvió para examinar el panorama, pero no contempló nada más que las penumbras. El único ruido que podía captar en ese momento era sólo el de las gotas de humedad destilándose en las alcantarillas después de colarse por los muros de piedra que sostenían la ciudad arriba. Al girarse con el fin de continuar hacia delante, se halló frente a frente con el descomunal mandaloriano Nel. Nest le lazó un feroz puñetazo con su agrietada mano. Sin embargo, falló y le dio a una pared, la cual se rasgó.
- ¿Qué quieren ustedes de mí? - peguntó el obstinado Sith.
- Eso lo decidirá Mandalore - respondió Nel.
El soldado levantó un enorme cañón y lo disparó contra su perseguido. Un chorro de verdoso líquido salió despedido en dirección a él. Nest lo esquivó y la sustancia dio con una pila de escoria metálica, que comenzó a derretirse en consecuencia. Evadió un par de veces más el ácido hasta que este salpicó el techo, consiguiendo que se desplomara un poco y cayera sobre el guerrero oscuro. El Sith se puso de pie y vio a Nel abalanzársele encima. Juntos rodaron unos cuantos metros y, al instante, Nest sintió un fatigoso vacío.
Ambos contendientes estaban cayendo a las profundidades de las cloacas. En el trayecto, de otra arma química del mandaloriano brotó un vapor ardiente. Luego de dar en el pecho del ser que era su blanco, una erupción floreció en su cuerpo: ronchas semejantes a ampollas como las de quemaduras se extendieron por los pectorales cadavéricos del seguidor del Lado Oscuro de la Fuerza. El lord Sith ahogó un alarido al chocar con el piso atronadoramente fuerte. Rodó a un lado por el suelo, escapando de ser aplastado por su voluminoso enemigo. Se elevó de un salto en los aires y siguió descendiendo, golpeando en algunos momentos con unas tuberías. Observó como un trío de dardos venenosos se clavaron en las cañerías tras dispararse del antebrazo de Nel. Así el colosalísimo hombre falló varios tiros más.
Nest vio brillar algo en una caída de agua. Parecía ser su sable de luz. Intentó correr hacia el punto, mas su sendero se obstaculizó por el mandaloriano. El oscuro guerrero lo golpeó y lo arrojó contra unas oxidadas rejas. Con ímpetu, en honor a su tremolante lábaro, Nel se puso de pie y embistió a su contrincante. Éste salió despedido hacia los muros, donde quedó empotrado. El soldado cargó su cañón por vez siguiente y desembuchó el ácido. El Sith logró apartarse antes de que la peligrosa sustancia diera con su destrozado cuerpo. De una patada desproveo a Nel de su arma. Nest tomó del casco al hombre y lo pegó contra unas hélices que ventilaban el céfiro de la desembocadura séptica. Un gritó impotente de cólera emergió del interior del blindado yelmo. No obstante, las astas apenas y lo rasguñaron. Al echarse para atrás, el mandaloriano se deshizo de Nest, quien parecía un banco de rabiosas rémoras intentando adherirse a un huésped mayor y mal dispuesto. Al verse cerca del surtidor cercano al sable de luz, pretendió atraer a su mano el dispositivo, mas unos cuantos porrazos de Nel, que provocaron que su armadura desprendiera un gas asfixiante, se lo impidieron. Sabía que estaba un tanto mareado cuando sintió la presencia de Nel a unos cuantos pasos de él. En el momento en que lo tuvo más próximo, el guerrero oscuro atrajo mediante el empleo de la Fuerza su sable. Lo activo, dejando que su resplandor rojizo le cayera encima, y lo enterró en uno de los tanques que el mandaloriano poseía en su espalda. La bombona estalló y Nel planeó, liado, hasta un sitio donde se perdió de vista, una vez que se llevó por el medio a un gran tubo de vapor. El soldado había caído más hondo todavía, sobre un charco de un sucio líquido marrón. Los conductos de la indumentaria del fornido hombre se reventaron y su soporte de vida se vio disminuido. Presa del terror, el sudoroso rostro del mandaloriano bajo el visor que le ocultaba percibió como un músculo en su mejilla se contraía.
La Fuerza puede hacer muchas cosas y más si la controla un poderoso adversario. El Sith hizo que los clavos que mantenían cerrada una gran escotilla se soltaran. El orgulloso y temido Nel fue quien en esta oportunidad sintió un escalofrío por su espinal dorsal. Cada tornillo que perdía la tapa ponía muy cerca una catástrofe para él. Vislumbró como el agua sin control pasó al lugar y se llevó todo a su paso, incluyéndolo a él mismo, a través de los canales. Nest miró como extendía su mano, buscando sostenerse de algo de forma inútil.
- Hasta nunca - emitió su tenebrosa voz.

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16 años 6 meses antes #52 por Zeros Metalium
Respuesta de Zeros Metalium sobre el tema Prologo FFW 2.0
Zeros, acompañado del escuadron Delta, abandonaba la ciudad capital de Dathomir. Aunque la ultima pista de Nest Vader lo situaba en la torre central de la cuidad, el caza recompensas tenia otros objetivos. Pronto se internaron en el bosque, perdiendo la referencia de luz solar a medida que se internaban en la espesura del mismo. Cada paso que daban parecian ir mas a la deriva. Pero todo lo contrario. Zeros sabia hacia donde tenian que ir. Por extrañas razones, algo le marcaba el camino a seguir, internandose cada vez mas en la frondosa vegetacion. Los soldados, sin embargo, si estaban perdidos. Se encontraban a merced del mercenario, pudiendo este llevarlos a una trampa. A cada paso que avanzaban crecia la desconfianza en el escuadron, palpandose en las miradas entre ellos, en como sujetaban los rifles, en como caminaban. Pero, al fin, llegaron a su objetivo, llegando a un claro donde se erigian cabañas y, por extraño que pareciera, habia humanoides. El escuadron Delta no habia visto nunca una cosa asi de misteriosa. Daban por sentado que el bosque no tenia final y que estaban perdidos. Zeros, sin embargo, no tenia tiempo que perder y siguio recto a una de las cabañas mas grandes. Con un gesto de su mano, ordeno al escuadron que esperaran alli, internandose el mercenario en la oscuridad de la choza.
Charal: Parece que los sith habeis cogido predileccion por este planeta. Primero el mismisimo Nest Vader y ahora tu. ¿En que puedo ayudarte?
Zeros: Necesito informacion sobre vuestro pacto con la Alianza.
Charal: La Alianza... ahh si. ¿Que quieres saber exactamente?
Zeros: ¿Que acordasteis?
Charal: Algo que nos interesaba a ambos. Ellos querian desvincular este planeta de la Republica. Y nosotros tener el control que nos pertenece.
Zeros: Intuyo que me ocultas informacion.
Charal: Solo se trata de eso.
Zeros: Te lo explicare mejor, para que una bruja como tu lo comprenda. Hay intereses mas grandes en todo esto. Pueden llevar a muchos mundos a la destruccion, incluido este planeta. No estoy aqui para condenar a nadie. Solo busco un artefacto. Si sabeis algo de el, pido que me deis informacion y me marchare. No quiero causar ningun tipo de problema
Charal dudaba en que hacer. Por supuesto conocia mas detalles. Pero no confiaba en revelarselos a un sith.
Zeros: ¿Y bien?
Charal: Arab hablaba de una bomba nuclear. Comento que Kane la podia vender en el mercado negro, y que la suma de dinero seria mas interesante que tener el arma.
Zeros: ¿Sabes donde esta el arma?
Charal: Solo se que los piratas poseen el arma. No se nada mas.
Zeros: Muchas gracias Charal. Tu pueblo no quedara sin recompensa, te lo prometo. Por cierto. Mencionasteis a Nest Vader. ¿Que habeis hablado con el?
Charal: Un acuerdo... asesinar a el clan de la Montaña Cantante, y yo le hare recordar todo.
Zeros: ¿Como...? Si el clan muere, la invasion mandaloriana sera terrible.
Charal: ¿Como dices?
Zeros: Los mandalorianos aun no han hecho una invasion a gran escala porque el clan de la Montañan Cantante controla de forma pasiva el planeta. Si mueren, todo caera en el caos, y los mandalorianos deberan ser duros e inflexibles. Morira mucha gente...
Charal: Eso no es asunto nuestro...
Zeros: Pero si mio...
Zeros salio inmediatamente de la choza, dirgiriendose donde estaba el escuadron.
Zeros: (Con el comunicador) Mandalore, tenemos problemas.
Mandalore: ¿De que se trata?
Zeros: Monta un perimetro de seguridad alrededor de la torre del gobierno. Nest tiene intencion de atacarla.
Mandalore: ¿Como sabes tu eso?
Zeros: Lo se, hazlo. Voy enseguida.
De nuevo, el escuadron y el mercenario se ponian en marcha, en direccion a la ciudad para intentar parar un desastre... (continuara)

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16 años 5 meses antes #53 por Nest_Vader
Respuesta de Nest_Vader sobre el tema Prologo FFW 2.0
El mandaloriano Zosh estaba cómodamente parado en la cornisa, a varios pisos de altura de las calles de Dathomir, vistiendo su distintiva armadura azul, con el brillo ocasionado por las incontables veces en la que había sido pulida. Aunque parecía no llevar muchos accesorios como sí lo hacían la de sus compañeros del escuadrón Omega, todavía era innegablemente igual de efectiva. También su casco era azul, exceptuando un reborde plateado que le cruzaba el visor, el cual le bajaba desde el ceño a la barbilla. Su posición parecía algo precaria dada la tuerza del viento a esa altura, aunque eso no preocupaba a alguien tan ágil y hábil como Zosh, capaz de liquidar a centenares de seres galácticos sin que lo noten, con un solo toque del gatillo de su preciado rifle. El soldado no despegó la vista ni un sólo momento de la mira de su arma, apuntada hacia las arterias de la ciudad.
A la hora justa, la tapa de una alcantarilla se levantó del suelo y rodó unos metros más allá. La siniestra figura de lord Nest salió de las cloacas, bastante cautelosa. Observaba a todos lados, pero no lograba contemplar a ningún mandaloriano ni a ningún civil. La capital ahora estaba sumergida en una calma absoluta. Probablemente los últimos reductos de rebeldes locales ya habían caído o, como mínimo, habían sido controlados.
Zosh aguantó con mayor firmeza el rifle. Por fin, la maravillosa gloria que ya lo ensalzaba entre los ejércitos de su clan, se vería aún más enaltecida tras capturar a ese Sith. Sus ojos brillaron excitados y sus mejillas se hincharon cuando su boca se ensanchó bajo su yelmo.
Para Nest era seguro que las sombras ahora podrían esconderlo en su viaje hacia la imponente torre de gobierno de las brujas de la Montaña Cantante. Empezó a caminar por la calle en dirección al edificio más alto, que se encontraba en el centro de la ciudad.
El francotirador se preguntó qué clase de Sith sería aquel para provocar la ira de Mandalore. Pero el mandaloriano nunca permitía que sus pensamientos siguieran esos derroteros. Zosh ni pensaba valorar la moral de nadie, ni decidía colocarle valor a la orden de un superior, ni si había alguna justicia o injusticia implícita en la misión. Sólo era un devoto a su bandera y a su destreza. Cumplir con una gestión significativa era lo mismo que adjudicarse más y más fama. Vivía por la admiración de los demás y le agradaba muchísimo ser una leyenda. Tenía que detener al oscuro lord y él lo detendría, daría media vuelta y lo llevaría ante su líder, para después ir a encargarse de otra tarea. La cosa era así de sencilla.
Nel no había dado señales de vida. Si las sospechas de Zosh eran ciertas, Nest logró derrotarle. Entonces era obvio que el Sith no era alguien a subestimar. Zosh sabía que él era uno de los mejores mandalorianos, pero comprendía la situación. Tenía idea de que el punto débil de su presa no era fácilmente discernible.
El francotirador que sostenía su arma con gesto deliberado, accionó el rifle y realizó una serie de disparos. Las explosiones se sucedieron alrededor de Nest. Este logró sentir la presencia del peligro previamente. De repente, bajo el casco, los ojos de Zosh se abrieron más aún. El Sith estaba desenvainando y encendiendo un sable de luz rojiza que siseaba. El mandaloriano disparaba ferozmente al Sith, pero este era demasiado rápido, hasta para un láser. Nest giraba su espada, desviando los impactos.
- Puedes intentar todo lo que quieras - le dijo Zosh, adoptando un tono vanidoso -, pero no hay nadie mejor.
Darth Nest saltó hacia una ventana del segundo nivel de un edificio. Le siguió otro disparo láser, y otro más, y el Sith desvió con facilidad uno, devolviendo el otro contra su atacante. Sin embargo, cuando rebotó contra el soldado, este se apartó. El lord brincó unos pisos más. Zosh volvió a abrirle fuego. Dejando que la Fuerza guiara su mano, Nest movió el sable de luz a la izquierda y hacia abajo, desviando los rayos de energía que le lanzaba el presumido mandaloriano.
- ¡Qué verdadero honor! - le gritó Zosh -. ¡Eres la presa de un gran guerrero! - Su risa petulante se propagó.
El hombre prosiguió con una nueva sucesión de centellas que volaron en dirección al Sith. El arma del oscuro guerrero se sacudió alternativamente a izquierda y derecha, parando cada uno de los tiros, y en el exacto instante en que Zosh alteró la pauta, la Fuerza guió con certeza la mano de Darth Nest. El lord se detuvo un momento, unos pocos metros más abajo que el mandaloriano, y se percató de que el último disparo del tirador no era un rayo, sino un proyectil explosivo, por lo que un segundo luego se tiró a la edificación de enfrente.
Todo el edificio reculó ante la explosión, y la descarga provocó que el Sith perdiera el equilibrio. No obstante, pudo sostenerse al aferrarse a un peldaño. Zosh se dio cuenta del hecho y sonrió.
- Esquiva esto - susurró.
Apuntó a Nest y apretó el gatillo. Nest se detuvo con brusquedad, al registrar en alguna parte de su subconsciente la presencia de un láser. La Fuerza le permitía moverse por instinto. Dio un salto, elevándose en el aire. Aterrizó para descubrir que caía en la cornisa en la que se hallaba Zosh.
La luz del arma del Sith cortó el rifle del mandaloriano, quien se quedó atónito ante la veloz acción de su enemigo. Sin perder el tiempo, desenfundó dos bláster y arremetió por enésima vez contra Nest. Este le redirigió sus disparos y, más tarde, le pasó muy cerca la hoja del sable cerca del cuello. La especialidad del soldado eran las armas y si estas no servían para derrotar y capturar al fugitivo, no sabía qué. Todo estaba acabado. Su colega Nel no es que no fuera fuerte, es que el oponente de ellos era mejor.
En un momento de descuido, Zosh consiguió dar un golpe con una de sus pistolas a la cabeza del aterrador lord. A toda velocidad, saltó hacia dentro del edificio y comenzó a bajar las escaleras. El Sith fue tras él. Después de un fastidioso acoso, llegaron a un hangar. El mandaloriano enfundó sus armas al montarse en un speeder bike y encender los motores. Nest hizo lo propio y partió en persecución de su adversario.
El lord volaba veloz, a un metro del suelo, a través de los compactos callejones por donde se metía el huido Zosh, el cual le llevaba una buena delantera. Iban a trescientos veinte kilómetros por hora. Darth Nest era buen piloto, no en vano su talento en ese sentido no lo recordaba.
Nest disparaba una ráfaga láser con el cañoncito del vehículo, mas estaba demasiado lejos para tener precisión. Los proyectiles no alcanzaban el blanco, sino las paredes y muros de los edificios, mientras los speeder zigzagueaban frenéticamente entre las colosales estructuras. El Sith aceleró, acortando las distancias. Zosh advirtió cómo su perseguidor ganaba terreno y viró temerariamente para pasar por una estrecha abertura entre dos columnas. Su moto rozó una de ellas y hubo de frenar con rapidez. El lord acercó tanto su speeder al del mandaloriano, que rozaron sus propulsores.
Volaron sobre edificios y bajo puentes de piedra, apenas evitando colisionar y dejando una estela de cosas ardiendo por el calor de sus toberas. La caza los conducía hacia el norte cuando pasaron sobre un puesto de vigilancia donde estaban dos mandalorianos. Momentos después, comenzaron a perseguir a Nest. Se colocaron a su zaga y le dispararon. El guerrero oscuro hizo un rápido cálculo de un vistazo, encendió los cohetes delanteros frenando el vehículo rápidamente. Los dos soldados que le hostigaban pasaron por cada lado como una exhalación, incapaces de frenar su inercia.
El lord aceleró inmediatamente al máximo, disparando su cañón sin cesar. Su tercera ráfaga alcanzó el objetivo. Los exploradores perdieron el control y, dando vueltas como una peonza, se estrellaron contra un peñasco. Zosh observó sólo una vez a la explosión, a sus espaldas, y activó su moto en la modalidad de superpotencia, acelerando como un relámpago, pero el Sith no le perdió la pista.
Se le aproximó. Fue dándole alcance hasta ponerse a su altura. El soldado mandaloriano chocó con su transporte al de Nest. Ambos se balancearon peligrosamente, evitando por milímetros una caída estatua de una bruja en medio de sus trayectorias. Zosh pasó como un zumbido bajo la escultura demolida y Nest lo hizo por encima. Al salir por el otro lado, el siniestro Sith chocó con la parte superior del vehículo de su adversario y ambos quedaron enganchados.
Las motos tenían un diseño semejante al de los trineos unipersonales, con unas largas y delgadas varillas que sobresalían de sus morros y se remataban en unos pequeños alerones estabilizadores. Cuando ambos vehículos se acoplaban, las motos volaban como una sola. Una enorme columna se erigía frente Sith. Este saltó del speeder. Un segundo después, el mandaloriano giró, los vehículos se separaron y la moto del Nest se estrelló contra el grueso pilar.
Nest dio vueltas sobre un talud, frenándose con suavidad. Zosh ascendió y dio la vuelta, buscándole. Su rostro se sonrojo de presunción. Una vez más se sentía el mejor contendiente de la galaxia. El lord corrió, dando tumbos, mientras el speeder de su enemigo le perseguía a todo gas y disparando ininterrumpidamente su cañón láser. Darth Nest encendió su sable de luz y se plantó en el centro de un claro. Su arma interceptaba cada disparo del soldado, pero la moto continuaba acercándose. Zosh aceleró todavía más, pretendiendo cortar en dos al Sith. No obstante, Nest se hizo a un lado, midiendo el tiempo con la exactitud de un gladiador que se enfrenta a un reek, y cortó las horquillas de dirección del vehículo con un poderoso tajo de su espada.
La engreída cara de Zosh adoptó una expresión de desconcierto. El speeder bike comenzó primero a vibrar, luego a cabecear y, por último, a girar sin control. En un segundo, era una fragorosa bola de fuego que iba directo a un edificio. Atravesó un ventanal y se perdió de vista.
Nest desactivó su sable y suspiró de alivio.

Continuará…

"Todo lo que tienes lo perderás"

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16 años 5 meses antes #54 por Zeros Metalium
Respuesta de Zeros Metalium sobre el tema Prologo FFW 2.0
En la capital habia vuelto la calma. Ya no se escuchaban disparos en la lejania, ni explosiones. Tan solo se podia sentir los pasos de los soldados mandalorianos vigilando cada palmo de la ahora nueva ciudad mandaloriana. Esto facilitaria el paso del escuadron Delta y de Zeros, cuyo destino era la mismisima torre de gobierno. El plan era sencillo: proteger al clan de la montaña cantante. Pero el enemigo a batir era poderoso aun no teniendo consciencia de quien era realmente. Por eso mismo Zeros y su escuadron corria lo mas deprisa que podian hacia la torre hasta que el comunicador mandaloriano capto una frecuencia....
Faror: Aqui Faror... Nel, ¿me recibes?¿Donde te encuentras?
....
Faror: Nel, responde.
Zeros se preguntaba quien era ese tal Nel, asi que cogio el comunicador y empezo a hablar.
Zeros: Aqui Zeros, ¿Quien es ese tal Nel?
Faror: Miembro del escuadron Omega. Se le ha perdido la pista siguiendo a Nest Vader por las cloacas de la ciudad. No da señales por radio, pero su transmisor vital da señal. Puede ser un fallo o...
Zeros: ¿En las cloacas dices?
Faror: Asi es.
Zeros: Investigare. Corto.
Zeros guardaba nuevamente su comunicador y ahora dirigia sus miradas al escuadron.
Zeros: He de dejaros seguir solos. Si todo marcha bien, nos volveremos a ver en la torre. He de encontrar a Nel.
Antes de que cualquier miembro del escuadron Delta se diera la vuelta, Zeros ya se habia internado por una de las bocas de alcantarilla de la calle.
Las alcantarillas de Dathomir eran un autentico laberinto. A parte, cualquier rastro que hubiera habria sido borrado por las horrendas criaturas que lo habitaban y por el olor nauseabundo que inundaba el lugar. Sin pensarselo dos veces, Zeros pulso unos cuantos botones del ordenador del antebrazo, abriendose en el costado izquierdo una especie de compartimento en donde llevaba una especie de visor. Colocado en su oreja derecha, una pequeña pantalla transparente ocultaba su ojo derecho. Esta pantalla permitia analizar cualquier objeto que pasaba por la vista del ojo, pudiendo ser escaneado con tan solo el mismo parpadeo. De esta manera, podria encontrar cualquier rastro por pequeño que fuera. Y sin dilación, Zeros se interno por las cloacas, perdiendo de vista la luz que aun penetraba por la boca de alcantarilla por la que habia entrado.
El mercenario no tardo en darse cuenta de que las paredes estaban mojadas en zonas donde no llegaba el agua. Y eso le llevo a pensar en que tal vez alguna tuberia hubiera hecho explosión. Gracias a su nuevo artilugio, pudo saber por donde el agua habia pasado antes, yendo al lugar donde se libero el agua. No tardo mucho en llegar al lugar donde se podia ver una pared perforada en un piso superior. Con el ordenador, busco cualquier rastro, encontrando un trozo de armadura mandaloriana cubierto por el fango en el fondo de la tuberia. Sin mucha complicacion logro liberar el resto de la armadura, ya limpia, de color verde. Era un mandaloriana. Estaba insconciente, pero vivo. Escaneo el cuerpo del mandaloriano, descubriendo que no poseia daños que pusieran en peligro su vida. Le inyecto una dosis de adrenalina que pronto dieron sus frutos.
Nel: ¿Donde estoy?
Zeros: A salvo. Te has enfrentado a Nest, ¿verdad?
Nel:.... ¿DONDE ESTA? Maldito sith... como me ha podido vencer.
Zeros: No se como te has planteado siquiera enfrentarte a el tu solo.
Nel: Creia en mis posiblidades.
Zeros: Pues aprende la leccion. ¿Sabes por donde ha podido ir?
Nel: La ultima vez que lo vi... estaba asomado en ese corredor.
Zeros: Bien. Le seguire la pista. Tu vuelve a la torre del gobierno. Alli nos volveremos a ver.
Nel: De acuerdo... Y,... gracias.
Zeros se marcho por el corredor que le habia indicado Nel sin inmutarse por el agradecimiento del mandaloriano. Pronto encontro una boca de alcantarilla aun abierta. (continuara)

Sore wa himitsu desu

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