Los aficionados a la obra de Lucas suelen mantener un escaso contacto físico con todo aquello que están hartos de ver en la pantalla grande: la máscara de Vader, el sable láser de Maul, el maquillaje de Amidala o los tornillos oxidados del inefable C3PO hasta ahora. Un sucedáneo lo constituye el innumerable cúmulo de reproducciones con el que el sello LFL nos bombardea comercialmente, ya sean cascos, figuras, caretas, maquetas o sables Jedi con luz y sonido. Que levante la mano el que no pugne por poseer alguno de estos objetos como único medio de sentir en sus propias manos la grandeza de la Saga Galáctica. Quizá consciente de esta necesidad casi religiosa de entrar en contacto con las "reliquias" de todo lo relacionado con Star Wars la factoría Lucas está propiciando una serie de exposiciones que aproximen definitivamente el mito a los seguidores. ¿Qué cara pondría el aficionado ante la perspectiva de pasar unas horas deambulando entre dibujos originales de McQuarrie o Chiang, maquetas reales usadas en la filmación de las 4 entregas, vestuario y máscaras, mientras puede aprender cómo se crearon los efectos especiales visuales y sonoros, se maravilla ante la auténtica vaina del prometedor Anakin, se rinde ante un Naboo Fighter a tamaño real o se sobrecoge al entrar en una inquietante estancia dedicada al señor oscuro del Sith, Lord Darth Vader?
Pues se sentiría más o menos como me sentí yo este verano cuando en el Metro de Londres permanecí casi cinco minutos boquiabierto ante el cartel que anunciaba una exposición de El Arte de Star Wars.
Efectivamente, en el centro cultural Barbican de la ciudad de los bombines y los paraguas se ha celebrado una exposición en la que podían ser admirados por el aficionado más de 300 objetos empleados en el rodaje de esas cuatro películas que constituyen casi una Biblia para millones de personas en todo el mundo, extraídos directamente de los almacenes y archivos de Lucasfilm en Californa. Antes que nada me gustaría aclarar que la exposición comenzó el 13 de Abril y acabó el 3 de Septiembre, por lo que no hace falta que corráis a reservar un billete de avión para Londres, pero yo me enteré de la existencia de la misma a finales de Agosto y porque en Londres hay que moverse en Metro y allí estaban los anuncios, pero suelo seguir distintas páginas web de información sobre Star Wars y no recuerdo haber visto referencia alguna a esta exposición. Sirva esta llamada de atención para que permanezcáis alerta si viajáis al extranjero porque me confirmaron en Londres que la exposición es itinerante y aunque nadie sabía en que aunque nadie sabía en que otras ciudades tendrían la fortuna de poder asistir a tal acontecimiento podéis hallar una sorpresa en ese viajecito que tenéis planeado para el puente de la "Purísima Constitución". Y en cualquier caso es necesario ir bien provisto de dinero, ya que la entrada costaba 10 Libras (unas 2.800 ptas.) y sólo se permitía la estancia en el interior durante unas 3 horas. Y sin más preámbulos paso a relatar el contenido de "El Arte de Star Wars."
Sala I: Artwork
En la primera Sala estaban expuestos tanto los bocetos como las ilustraciones que los diseñadores artísticos (principalmente Ralph McQuarrie y Doug Chiang) realizaron para las cuatro entregas de la Saga.
Tras concebir la historia que llenaría de brillo y esplendor las pantallas de los cines, George Lucas optó por dirigirse hacia artistas de la ilustración que plasmaran las escenas clave y los personajes de su historia para lograr una perfecta representación gráfica de las ideas del creador. Estos artistas a su vez usaron diversas influencias y fueron distintos los conceptos empleados hasta llegar a lo que hoy día son iconos del séptimo arte.
A través de las ilustraciones de McQuarrie, Chiang y otros vemos la evolución desde los primeros tratamientos hasta el concepto definitivo. En ocasiones el parecido de la primera visión se encuentra muy alejado del resultado final (la máscara de Vader, por ejemplo, al principio estaba destinada a ser usada sólo para respirar en el espacio) y en otras (algunas naves espaciales) la configuración inicial permanece casi inalterada. En esta primera Sala encontramos las pinturas originales de Ralph McQuarrie que se usaron en la Trilogía Original, correspondiendo a Doug Chiang las ilustraciones y bocetos del Episodio I. Una vez que hasta los planetas han sido "diseñados" (de los colores cálidos de las arenas de Tatooine a la frialdad gris de la Estrella de la Muerte pasando por la exuberancia de Dagobah), el proceso de producción de la película se acerca a la fase de rodaje. A estas alturas supongo que sabréis qué es un "story board", algo así como un cómic en el que se detallan todas las escenas que se rodarán, incluyendo no sólo una ilustración gráfica del plano a rodar sino también el dialogo y, por supuesto, aspectos técnicos. Pues también en esta sala podían contemplarse los "story boards" realizados para la Trilogía Original por Joe Johnston, incluyendo los referidos al ataque a la Primera Estrella de la Muerte en el Episodio IV.
Ya en el proceso de filmación una técnica muy empleada en estos filmes era la del "maté", consistente en dibujar sobre un cristal un escenario, dejando unos huecos en dicho dibujo, a través de los cuales la cámara filmaría a los actores reales, que así parecerían estar integrados en el ambiente (recordad, estamos a finales de los 70, principios de los 80 y el ordenador doméstico de la época se llamaba Spectrum y tenía 48 K de memoria). Pues bien, algunos de estos "maté" pueden ser encontrados en esta Sala, especialmente los usados en "El Imperio Contraataca" para recrear el mundo helado de Hoth, y para contrastar también se puede admirar un "maté" confeccionado digitalmente para el Episodio I, el increíble y espectacular planeta-ciudad de Coruscant.
Sala II: Models
Como el avezado lector habrá podido aventurar, en esta Sala encontrará maquetas usadas en las películas: naves de combate, destructores, AT-AT. En la filmación de las películas, y esto conviene aclararlo, no se utilizó un único modelo de cada nave más que en contados casos, por lo que los expuestos son sólo una ínfima parte de los realmente usados, muchos de los cuales además se destruyeron en el propio rodaje (pensad en las explosiones de los Tie Fighter y los X-Wing). Además, según la escena se fabricaban modelos a distinta escala (desde naves pequeñísimas hasta un Naboo Starfighter a tamaño natural que estaba expuesto en el atrio central del Barbican Centre) o incluso sólo porciones del mismo. Destaca el caso particular del vehículo de los adorables Jawas, que está terminado sólo en la mitad que se filmó, la otra mitad del vehículo es una superficie sin detalle alguno. En cualquier caso en esta Sala podía encontrarse el célebre Halcón Milenario (pudiendo apreciarse en su parte inferior el soporte que sujetaba la maqueta para moverla en las filmaciones), un Crucero Imperial, el impresionante Super Destructor Estelar Ejecutor, el Naboo Royal Starship de la Reina Amidala, la fragata médica de la Alianza Rebelde, el Landspeeder de Luke Skywalker en su Tatooine natal, Snow Speeders, AT-ATs y Scout Walkers, vainas o pods de carreras y naturalmente cazas rebeldes e imperiales. Todos estos modelos eran presentados en diversos tamaños, pudiéndose apreciar en muchos de ellos la procedencia de las piezas que los conforman, que se nos explica que en ocasiones son auténticos trabajos de artesanía mientras que a veces se construyen utilizando piezas procedentes de maquetas comerciales de naves, aviones o cualquier otro objeto.
En el caso de los artilugios que montaba el pequeño Anakin en sus ratos de ocio se aprecia claramente la presencia de componentes extraídos de electrodomésticos normales y corrientes. Los modelos alcanzan también a los utensilios como los comunicadores Jedi del Episodio I (ya sabéis, el móvil del noble Qui-Gon Jinn modelo Gillete Lady), los binoculares de Luke o el mismísimo estadio de carreras de vainas de Bontha Eve, donde podía apreciarse que la multitud no era más que una malla metálica sobre la que se sujetaban pequeños alambres en los que se clavaban bolitas de colores.
De todas formas la atracción de la Sala la constituía la auténtica vaina de competición de aquel destinado a traer el equilibrio a la Fuerza (el pequeño Anakin), un asombroso modelo escala 1/1 que cruzaba en diagonal toda la estancia (incluido un pequeño efecto especial para simular el rayo que une los dos motores y la ambientación sonora pertinente) y ante el que no cabía otra cosa sino maravillarse al estar tan cerca del elemento protagonista de una de las secuencias más emocionantes de la Historia del Cine. Para terminar, y por si os lo estabais preguntando, no, no había ningún modelo de la Estrella de la Muerte, ni de la Primera ni de la Segunda. Claro que también es lógico, se supone que ambas quedaron destruidas ¿no?
Sala III: Sound
El sonido ha sido siempre un elemento diferenciador en las películas de Lucas, hasta el punto de crear Skywalker Sound, la división dedicada al empeño de generar los sonidos más imposibles y recrearlos fielmente ya sea en salas comerciales ("The audience is listening") o en nuestro propio hogar merced a los sistemas de cine doméstico y a las especificaciones del famoso sonido THX. No podía faltar pues una sala dedicada al proceso de creación de sonidos tan familiares como el de un sable Jedi, el simpático lenguaje de R2D2 o los disparos de blasters y cazas espaciales. Ben Burtt es la persona que en todas las entregas de la Saga ha acometido la tarea de realizar estas creaciones, en ocasiones inventando sonidos de la nada o recogiendo ruidos habituales de nuestra vida diaria y transformándolos en lo que hoy conocemos. ¿Cuántos sabían que la Espada de la Luz debe su peculiar sonido a la interferencia de un televisor recogida por un micrófono que se balancea por detrás del aparato? Pues esto y otras decenas de sonidos son explicados pudiéndose escuchar las muestras y las explicaciones del propio Burtt a través de diversos auriculares dispuestos en esta sala.
Además del sonido ambiente y de los efectos especiales sonoros, fundamental es la música del aclamado maestro John Williams. Podemos asistir a visionados de la grabación con la London Symphony Orchestra (que por cierto tiene su sede en el propio Barbican Centre donde se celebraba esta exposición) mientras el maestro explica lo que trata de conseguir con cada pieza. Aprenderemos las características de cada melodía y se nos explicará como determinados elementos musicales se repiten a lo largo de toda la Saga identificando a cada personaje (recordemos la ominosa Marcha Imperial de "El Imperio Contraataca" y como ya se atisban retazos de esta pieza en el tema de Anakin del Episodio I).
Existían puestos para la audición de las bandas sonoras originales de las cuatro películas, pero el hecho de que la visita a la exposición tenía el tiempo limitado y dada la inexistencia de asientos nadie se quedaba de pie escuchando más de un par de temas.
Sala IV: Visual Effects
La compañía que hizo caminar de nuevo a los dinosaurios sobre la tierra 65 millones de años después de su desaparición surge del embrión de la Trilogía Original y llega a un punto culminante en la espectacular realización del Episodio I, dónde es ya mítico el comentario de que sólo hay un par de planos que no fueron retocados digitalmente. En cualquier caso, antes de llegar al paroxismo digital haremos un recorrido por la artesanal forma de realizar los oscarizados efectos especiales visuales de los Episodios IV, V y VI. La primera vez que vimos al pérfido Jabba el Hutt en "El Retorno del Jedi" era un modelo a escala natural realizado en látex y operado por tres técnicos desde su interior. Para la Edición Especial de la Trilogía Original Lucas decidió recuperar una escena cortada en el Episodio IV y sustituir digitalmente al actor que entonces encarnaba a un Jabba humano por una recreación virtual del sapo-babosa por todos recordado en torno a quien camina Han Solo (pisándole la cola, por supuesto). Seremos testigos de los procesos que conducen a lo que ya conocemos de memoria de tanto verlo en pantalla y nos aproximaremos también a los prodigios conseguidos con el Episodio I, en especial los entornos y personajes totalmente virtuales. Terryl Whitlatch fue el encargado del diseño de la modernista ciudad sumergida de los Gungan, y su conocimiento de anatomía y zoología ayudó también al desarrollo de la base biológica del controvertido Jar Jar Binks. Se puede ver como el actor Ahmed Best es sustituido por un Jar Jar cuyos movimientos son perfeccionados progresivamente a través del trabajo con ordenadores.
Sala V: Resource Room
Una sala de concepción muy simple: todos los productos electrónicos de ocio generados por Lucasarts en todas las plataformas: PC, Nintendo, Playstation y Dreamcast. Varios aparatos de cada clase permitían jugar a todos los juegos del catalogo Lucasarts así como recorrer las distintas enciclopedias en CD-ROM de la casa o la página web completa de Star Wars.
Sala VI: Costumes
Una de las salas más amplias, ya que había vestuario de prácticamente cada personaje de la Saga. Como ya sabemos en las películas de la Guerra de las Galaxias hay personajes que siempre llevan el mismo tipo de ropa (Boba Fett, la Guardia Imperial), otros que cambian varias veces en cada película (la Reina Amidala) y personajes que en realidad representan a criaturas alienígenas (Chewbacca). Pues estos y muchos más podían ser admirados en esta interminable sala llena de maniquíes ataviados con todo este vestuario. En la primera parte de esta Sala se encontraba el vestuario correspondiente a la Trilogía Original: los diversos atuendos de Luke Skywalker, el célebre chaleco negro de Han Solo, el vestido blanco con el que vimos por primera vez a la Princesa Leia o el que llevaba en la base rebelde de Hoth, uniformes de piloto de X-Wing, armaduras de Tropas Imperiales de Asalto, el cazador implacable Boba Fett. En la segunda parte de la Sala se encontraba parte del extensísimo vestuario usado en el Episodio I (se diseñaron más de mil prendas entre vestidos, trajes y disfraces de diversas criaturas), con especial atención al rico vestuario de la Reina Amidala y sus acompañantes, creaciones de Iain McCaig elaboradas hábilmente por Trisha Biggar. Se detalla además las inspiraciones étnicas de cada pieza, con influencias asiáticas, norteafricanas o de la Europa renacentista.
Sala VII: Darth Vader
Desde antes de entrar a esta sala la ominosa presencia del señor del Lado Oscuro se hace patente pues se escucha continuamente la respiración mecánica que aparece en tantas de nuestras pesadillas. La sala esta totalmente a oscuras y en medio de la misma, iluminada por una luz rojiza que surge del suelo bajo ella, la vestimenta original dentro de la cual se hallaba David Prowse nos contempla, como invitándonos suave y educadamente a escoger el Lado más fácil, como permitiéndonos aproximarnos a él de forma inocente y amable. Dejad que los niños se acerquen a mí. Junto al traje de Lord Darth Vader un pequeño pedestal con su sable láser. ¿Es una invitación a resbalar dulcemente hacia el Reverso Tenebroso? La respiración contenida del visitante ante la tenebrosa presencia del Señor Oscuro del Sith no hace sino infundirle una mezcla de temor y curiosidad ante el Lado Oscuro de la Fuerza.
Sala VIII: Creatures
¿Qué otra creación artística ha permitido imaginar un mayor número de seres procedentes de los rincones más insospechados de la Galaxia? Tenemos una gran sala dividida en dos partes con un catálogo casi completo de la multitud de razas, de criaturas y de especimenes raros que en algún momento aparecen por la pantalla. Merece destacado lugar el venerable y respetado maestro Yoda, por Stuart Freeborn esculpido y de Albert Einstein deudor, por cuanto de él sacados fueron sus sabios y dulces rasgos. Ewoks, Jawas, habitantes de Mon Calamari, todos tienen su pequeño rincón, y por si el visitante alguna vez tuvo la curiosidad de saber qué se sentiría perteneciendo a otra especie había a disposición del aficionado una docena de mascaras de estos personajes (desde Tusken Raiders a Jar Jar Binks) para que pudiera meter la cabeza dentro, mirarse a un espejo y hacerse una foto con otros amigos disfrazados y poder decir "Yo estuve en la Cantina de Mos Eisley".En la segunda parte de la sala encontramos otras figuras que aparecieron en las películas como "animatronics", es decir, muñecos movidos de forma remota mediante cables o delicados mecanismos neumáticos o eléctricos, en una fascinante combinación de ingeniería, maquillaje y manejo de marionetas. Ejemplos evidentes son el mencionado Yoda y Jabba el Hutt, el Rancor, los Taum-Taums del remoto mundo helado de Hoth. Para demostración más clara el visitante puede deleitarse con una reproducción del busto de Ree-Yees (el alienígena de la especie Gran con tres ojos que sobresalen de su frente) que puede manejar a placer mediante dos joysticks conectados a unos mecanismos neumáticos, controlando con uno los ojos y con el otro la boca, pudiendo conseguir todo un increíble catálogo de gestos y muecas.
Sala IX: Droids
Después del HAL 9000 de "2.001 Odisea del Espacio" los ingenios mecánicos en el cine se hicieron humanos de la mano de la Saga de las Galaxias. C3PO y R2D2 representan un icono de la inteligencia artificial hasta el punto de constituir dos de los personajes más queridos de la saga sin que a nadie nos importe su naturaleza cibernética. El traje de fibra de vidrio y aluminio dorado (costaba más de 2 horas vestirse con este disfraz de 30 kilos de peso) del más famoso androide de protocolo es expuesto junto a su inseparable amigo, el "insolente cabezudo". Pero no son los únicos personajes robóticos. Más allá de los titubeantes pasitos y del protocolario lenguaje de Anthony Daniels y de los chirridos y silbidos de Kenny Baker, todo un cúmulo de combinaciones de letras y números ocultan la personalidad de los protagonistas mecánicos de la Guerra de las Galaxias que podemos encontrar en esta Sala. hasta llegar a los droides imperiales de descacharrante final del Episodio I. El diseñador de casi todo lo relacionado con esta película, Doug Chiang, se inspiró en las formas de los clásicos Stormtroopers, tomando sus máscaras y alargándolas y conformando un cuerpo primo hermano del endoesqueleto de Terminator. A pesar de que en muchas de las escenas, especialmente la batalla en el planeta Naboo, fueron filmadas digitalmente, algunos de estos soldados se utilizaron en modelos de fibra de vidrio a tamaño real, constituyendo con sus movimientos de temible eficacia mecánica un impactante elemento visual. Mención aparte merecen los espectaculares Droidekas. Si ya en la pantalla resultan temibles, contemplar uno a escala natural resulta estremecedor.
Sala X: The Story continues
Finalmente un recorrido por los diferentes posters con los que las salas de exhibición han anunciado a lo largo de estos casi 25 años las películas de la saga, tanto en sus estrenos originales como en la Edición Especial: carteles en alemán, francés, griego, japonés. Como despedida los más pequeños (y algunos de los mayores también, faltaría más) podían subirse a bordo de la vaina de Mawhonic (supongo que saldrá en el Episodio I, a mi no me suena) y manejar las palancas escuchando los célebres sonidos de un Podracer. Hacer notar que en todas las salas había multitud de monitores en los que se exhibía de forma continuada fragmentos relacionados con el contenido de la estancia (diseño, vestuario, modelos, criaturas) en su mayoría pertenecientes a los diversos "Making off" de cada película o a "Behind the Magic". En definitiva, pequeñas pistas sobre la realización de esta fascinante aventura espacial que cobraban toda su dimensión si se contemplaban de forma aislada e integrados en el contexto adecuado. Así mismo y para entretenimiento de los más pequeños, antes de entrar a la exposición un equipo de artistas del maquillaje facial podían hacer tus fantasías realidad y en unos minutos transformarte en Darth Maul o la Reina Amidala de forma magistral. Igualmente se repartían unas bolsas con unos materiales dirigidos específicamente a los más jóvenes seguidores del mundo Star Wars (se suponía que era para niños de 5 a 12 años, pero yo cogí un par) en el que se proponían pequeñas tareas didácticas relacionadas con todos los contenidos de las distintas salas a través de dibujos para colorear, un cómic con algunas viñetas en blanco para completar tu propia historia de la Guerra de las Galaxias, una sopa de letras, un rompecabezas en el que hallar partes de distintos animales usados para concebir a Jar Jar Binks.
Y por si a alguien le quedaba algo de dinero después del precio de la entrada y del coste en general de la vida en Londres, la famosa casa Forbidden Planet y los especialistas en arte y libros Zwemmer habían preparado pequeñas tiendas con cualquier objeto que jamás haya llevado el logotipo de Lucas y que pueda ser adquirido por el público: camisetas, mochilas, tazas de desayuno. y por supuesto las colecciones completas de figuras tipo Kenner, Lego, cómics, novelas, "trading cards", maquetas.
...y este cuento se acabó.
Paralelamente a la Exposición sobre El Arte de Star Wars el Barbican Centre organizó entre el 5 y el 27 de Agosto unas jornadas cinematográficas dedicadas a George Lucas, sus películas y su inspiración, cuya reseña y contenidos podéis encontrar AQUÍ. Además tuvieron lugar unas jornadas llamadas El Arte de Star Wars: Talleres de Dibujo en los que del 18 al 21 de Agosto, durante dos horas cada día, el genial diseñador de criaturas y vestuario del Episodio I, Doug Chiang, impartía un pequeño seminario. Como colofón reconocer mi absoluto entusiasmo durante el recorrido por esta fascinante exposición que sería muy interesante poder ver en España más detenidamente y que a buen seguro fascinaría a un gran número de seguidores. En cuanto a esta reseña, pedir disculpas por las escasas fotografías que la acompañan, ya que dada la gran cantidad de objetos expuestos y la facilidad para encontrar en Internet el material gráfico correspondiente a modelos, criaturas o vestuarios consideré que tampoco era cuestión de hacer 300 fotografías, lo importante era estar allí y vivirlo, sirviendo estas pocas imágenes como mero testimonio. Agradecer también su colaboración con el escaneado del material gráfico a Nostromo y Gesi.
Lo que a continuación vais a leer es la traducción del programa de un ciclo de películas relacionadas con George Lucas que ha tenido lugar en Londres este verano. Aunque no está únicamente relacionado con Star Wars hemos querido que los fans de habla hispana tengáis conocimiento de todos los eventos relacionados con el universo Lucas que ocurren en el mundo, aunque tengan lugar en Londres. Como veréis el programa constituye un exhaustivo y excelente repaso no sólo a la filmografía de Lucas sino a otras películas de las que de un modo u otro él es creativamente deudor.
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