Biografía "Desde que tengo uso de razón, si es que la tengo, me gustó el dibujo para niños por lo directo, simpático y tierno que se puede llegar a ser. Uno tiene la posibilidad de darle al niño un mensaje claro y sintético, y lo más importante... ¡Un mensaje sano!" Clemente Montag nació en Buenos Aires en 1958. Es uno de los pocos historietistas argentinos que dedicó casi toda su carrera profesional a la creación de historietas y personajes para el público infantil. Su personaje más recordado tal vez sea "Coco y Cilindrina, una moto a conciencia", que aparecía todas las semanas en la desaparecida revista escolar Anteojito, dirigida por Manuel García Ferré. Como todo dibujante, su vocación nació siendo muy pequeño: "Dibujé, creo, antes de aprender a caminar. Siempre admiré a Walt Disney y a sus colaboradores. ¡Tengo pasión por ellos!... Disculpen si ofendo a alguien, esto no tiene nada que ver con la política de los Estados Unidos...".
Ya un poco más grande, a los 14 años, decidió que era tiempo de mostrar sus trabajos a algún profesional. Y no pudo haber tenido mejor comienzo: "De purrete, me preparé una carpeta llena de dibujos y me fui a la Editorial de Dante Quinterno. Me atendieron Mariano Juliá y el ‘maestro’ Eduardo Ferro. Y ahí nomás, empecé a publicar en las revistas de la editorial. ¡Y era en el siglo pasado! (¡No es broma, che!)".
Montag comenzó de a poco su labor en la editorial, hasta que un día llegó a ser asistente personal del propio Dante Quinterno: "Quinterno hacía un boceto pequeño de las tapas, yo lo copiaba y pulía, lo entintaba y coloreaba, ese era mi trabajo con Don Dante". Su apego y admiración por Ferro hicieron que también se convirtiera en su asistente. Mucha de la impronta del maestro se observa en su trabajo actual: "Hablar de Ferrito es como hablar de Leonardo Da Vinci o, en otro gremio, de Lawrence Olivier. Es "el" auténtico e insuperable maestro, profesor o ingeniero de la historieta y el humor gráfico que aceptó mi ineptitud, mi querer aprender, mi carpeta ondulada por la lluvia, llena de mamarrachitos. Este genio —porque otra palabra no le cabe—, aceptó esto y mucho más; ¡por pura bondad, por puro corazón!". Muchos de los trabajos de esta época, fueron firmados por Montag con el seudónimo "Busu". A comienzos de la década de los ‘80, Montag preparó su primera historieta, titulada "Coco y Cilindrina, una moto a conciencia", y presentó la obra a Manuel García Ferré (por aquel entonces, la revista Anteojito se encontraba en su apogeo). "Y le gustó, comencé a trabajar y allí estuve hasta que el país dijo no va más. Fueron veintidós años de ardua labor!! ‘Coco y Cilindrina’ se me ocurrió por una moto que yo tenía y un día de ensoñación le ví una cara al farol... ¡Sí! Decidí llamarla ‘Cilindrina’ y yo, como el piloto, me puse ‘Coco’. Así fueron saliendo las ideas de las mil andanzas que yo pasé con mi querida moto; soy un apasionado de ellas." A través de los años, la revista Anteojito fue la receptora de varias creaciones historietísticas de Montag —como la brujita "Floripí", "Aletino", "Nubecito", entre otras—, además de las viñetas e ilustraciones que desarrolló para distintas secciones, hasta el fin de la publicación, en el año 2002. "Floripí nació cuando salía con una chica que era medio bruja, de verdad, gordita, linda, pero rechiflada. Con ‘Aletino’, sencillamente, me gustó crear un personaje que anduviera en el mar. ¡Me encanta el mar! Y que fuera tipo tiburoncito... Con ‘Nubecito’, un angelito. Resulta que había un libro que aseguraba la existencia de ángeles, así que decidí crear a uno que, con el afán de ayudar, las cosas no le salían del todo bien."
Sin trabajo y en plena crisis argentina, decidió viajar a Europa: "Me fui para el Viejo Mundo y me quedé siete meses allá solito. Pero al final me pegué la media vuelta, ¡qué tanto! No se puede vivir sin asado, amigos, el olorcito de la Pampa polvorienta y el amor de la familia ¡Ahijuna, che!".
Sobre su manera de encarar el trabajo, Montag afirma: "Mi forma de trabajar es hacer primero un raf (boceto) de la historia en cualquier papel, bien suelto. Allí tacho, agrego, etc. Después, en la hoja Schoeller o Fabriano, lo paso en limpio con lápiz duro, lo pulo y lo entinto con pluma. Una vez entintado, borro el lápiz, coloreo con tintas y listo el pollo."
por César Da Col para Imaginaria Página de la historieta "Floripí, la brujadita". Revista Anteojito. Página de la historieta "Coco y Cilindrina, una moto a conciencia". Revista Anteojito. Página de la historieta "Aletino". Revista Anteojito. Página de la historieta "Nubecito el angelito". Revista Anteojito. Página de la historieta "La página ecológica de Don Natu". Revista Anteojito. |